viernes, 9 de julio de 2010

Tanto que aprender, tanto que enseñar (2).

En 1989, el campeón uruguayo fue el Club Atlético Progreso (todos de pie, por favor). Por supuesto que yo fui a todos y cada uno de los partidos, menos el último en la cancha de Central por encontrarme fuera del país. Esa gesta de equipo chico, pobre y socialista, con Tabaré Vázquez como presidente y Saúl Rivero como técnico, mezclada con la campaña que llevó a Vázquez a la primera intendencia de izquierda en Montevideo, me recuerda bastante a lo logrado por la selección (a un nivel muy diferente, por supuesto) en estos días. Hoy me encontré con este reportaje a Leo Ramos, integrante de aquel equipo en el Sitio Oficial del Club Atlético Progreso. Cito un extracto, hablando de humildad.

"Camino a los 21 años de la gesta mas importante del club, ¿Qué recuerdo tenés de esa campaña?

De esa campaña tengo muchos recuerdos que hoy a los chicos de esta epoca no se les pasan por la cabeza... Cuando concentrábamos en el Paso de la Arena, nosotros, los jugadores, salíamos a recolectar lo que precisábamos para comer en los días de concentración: el pan, la verdura, la carne o pollo, las mermeladas o la manteca, hasta muchas veces cocinar nosotros y lo digo con mucho orgullo porque eso forjó mi mentalidad y la del grupo campeón. Cuando volvíamos a la concentración con todo lo que habíamos conseguido era como salir campeones (risas).

Después, la ida en el micro a los partidos desde el Paso de la Arena hasta las canchas fue algo muy lindo.... En lo personal más todavía porque era una época en donde los jugadores no debutaban tan jovenes, yo tenía 17 años y de mis compañeros el menor tenía 28 años (risas). Por eso digo que tuve algo que muchos de los jugadores actuales nunca tuvieron ni van a tener, yo tuve 25 tecnicos al lado mío que me enseñaron muchísimo. También los sufrí, por ser el mas chico era el negrito de los mandados (risas) (1), el que les enrollaba las vendas, el que mandaban a comprar cigarrillos a escondidas, al que le sacaban la toalla si alguno se olvidaba, el jabón, el shampoo, bah, todo (risas).

En realidad fueron tantas cosas; recuerdo el primer sueldo que cobré, me sentía millonario y fui a buscar a mi madre al trabajo y la lleve a comer, me sentía feliz de poder hacerlo; el tema es que la lleve a comer pizza y adiós al sueldo (risas); al otro día otra vez a pedir plata para el ómnibus o caminar las 20 cuadras hasta el club (risas)."


(1)- El autor de este blog no se hace responsable de la incorrección política del jugador.

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