El martes fui, por motivos laborales, a Zaragoza. Pasé por la basílica del pilar, mientras la gente se arrodillaba y hacía cola para besar la columna de jaspe, yo pensaba: "que gane Uruguay el viernes, que gane Uruguay el viernes". No me animé a pedirlo, me pareció fútil, sacrílego casi. Pero al dar la vuelta vi la bandera uruguaya colgando de la pared.
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Hoy de mañana, en el desayuno me trajeron una coca-cola zero con la bandera de Uruguay.
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(Igual no creo que ganemos)
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