miércoles, 24 de septiembre de 2008

un autobús de pasajeros choca contra un elefante


tenemos toros voladores, secuestros, ajusticiamientos masivos, atentados en actos públicos, decapitaciones al por mayor y torturas que se emiten en programas televisivos. pero no era suficiente, desde ayer, también tenemos elefantes que se escapan del circo y caminan a contramano en una autopista de alta velocidad, matando a un pobre conductor.
me hizo pensar en el surrealismo y, sobre todo, en el primer libro poemas de alfredo mario ferreiro que se intitula "el hombre que se comió un autobús (poemas con olor a nafta)".

jueves, 11 de septiembre de 2008

me acuerdo del 11 de septiembre


me acuerdo de que yo trabajaba en mccann erickson uruguay, casi en la esquina de bulevar artigas y la rambla, cerca del faro que está en la punta de las carretas. me acuerdo de que era de mañana y llegó el manzana con la noticia de que una avioneta, o jet, se había estrellado contra una de las torres gemelas pero que daniel bosch no quería que nos lo dijera porque, si lo hacía, todos íbamos a dejar de trabajar para ver la tele. me acuerdo de daniel bosch, un tipo al que todo el mundo quería y también, de vez en cuando, todo el mundo quería golpear. todos dejamos de trabajar para ver las noticias en la recepción de mccann. me acuerdo de que había una instalación artística en la pared hecha en base a chatarra y con un televisor empotrado en el medio.

me acuerdo de que en ese televisor rodeado de chatarra vimos, unas 15 personas, estrellarse el segundo avión contra la segunda torre. fue en vivo y en directo, gracias a cnn. la teoría del accidente y la avioneta ya había sido deshechada. me acuerdo de que, muy en contra de la filosofía de daniel bosch, nadie trabajó aquella mañana, ni aquella tarde. de hecho en algún momento se oyeron rumores de que, por ser una empresa estadounidense, tendríamos que evacuarla. me acuerdo de que ello nunca ocurrió. sí evacuaron, en una acción francamente ridícula, dos miserables edificios que llevaban, y llevan todavía, creo, el nombre de world trade center de montevideo. me acuerdo de que todo el mundo hacía la misma broma consistente en que "el avión de puritas" iba a atentar contra las torres gemelas uruguayas (o las gemelas torres, como escribió juceca, que dios lo tenga en su gloria, pocos días después, en brecha).

hoy trabajo en la misma empresa pero en su filial mexicana. ayer soñé con daniel bosch (descanse en paz). soñé que, en aquella recepción con la instalación hecha en base a chatarra, hablaba con andrea, la recepcionista, cuando de pronto, aparecía daniel bosch como si nada, con su traje, su corbata y su indeleble cara de preocupación. yo pensaba inmediatamente en que estaba viendo a un muerto, pero andrea le comentaba que se lo veía muy bien y que había valido la pena tomarse todo ese tiempo para recuperarse. yo contemplaba aquella escena como un televidente atrapado por una serie. después, andrea me explicaba, cuando daniel ya había subido a su oficina por la escalera de mármol, que habían hecho que todo mundo creyera que estaba muerto para que pudiera tomarse unas vacaciones tranquilas. yo me alegraba mucho.

me acuerdo de daniel bosch, un tipo al que todo el mundo quería.

lunes, 8 de septiembre de 2008

rimbaud, el hombre.

acabo de terminar de leer la monumental biografía de Rimbaud escrita por Enid Starkie. cuando tenía la edad del rimbaud poeta, es decir unos quince años, había leído la biografía, más pequeña, de Daniel Rops. un libro que, lo recuerdo perfectamente, desde niño me había llamado la atención en la biblioteca de mi padre porque era un volumen viejo, de los años cincuenta, con tapa en un intenso color rojo, combinado con negro, y hojas amarillentas. es uno de los vólumenes, yo creo, a los que más cariño les he tenido en mi vida por la impresión que me produjo.

en aquella época, la imagen que sobrevivió en mí, la que dejó marca, fue la del poeta maldito. la del niño de talento inconmensurable precursor de todo lo que yo admiraba, genio absoluto, amante de verlaine, admirador de baudelaire, odiado por los burgueses parnasianos. el de la foto de carjat. tal vez porque tenía el sueño adolescente de glorias similares para mí mismo y "une saison en enfer" era mi libro de cabecera.

es curioso como ahora, más o menos a la edad en la que rimbaud comenzó a sentir los efectos de la enfermedad que finalmente acabaría con su vida, la imagen que más me impresionó, y llegó a conmoverme, fue la del hombre fracasado en abisinia, dedicado a actividades comerciales poco honrosas (incluyendo sí, como todo el mundo sabe, el tráfico de armas y de esclavos), ahorrando cada centavo que gana con la esperanza de hacer fortuna para, algún día, poder ser el dueño de su vida. el de la foto de sotiro. tal vez porque se parezca más a lo que me he convertido.

siento ganas, y lo haré, de volver a leer el magnífico "rimbaud, el hijo" de pierre michon y pienso que rimbaud, para un escritor del siglo veinte es un tema ineludible, como podía serlo la anunciación para un pintor renacetista. quiero decir que todos deberíamos desarrollar por escrito nuestra visión de la vida del niño que asesinó a la poesía, aunque no sea más que un ejercicio catártico.

viernes, 5 de septiembre de 2008

needs

tengo una necesidad angustiante de que haga frío. de que haya arena y pinos que se muevan con el viento de setiembre y también olor a mar. de que el domingo almorcemos en nuevo parís y, después, vayamos a ver a progreso al paladino. y que la sudestada que atraviesa la cantera de ANCAP como los elefantes de aníbal en los alpes nos conquiste la nariz y ponga sitio a las orejas.

pongo esto a consideración



si baudelaire hubiera llegado a viejo, ¿se habría convertido en ese caballero respetable y de mirada bondadosa que es banville?
¿o es nada más el estigma fotográfico de nadar?

jueves, 4 de septiembre de 2008

ese mar me llama


en la balconada, en la paloma, en uruguay, una ballena levanta su aleta para saludar a mi madre, al atardecer.

lunes, 1 de septiembre de 2008

tres años después, volví a las corridas.

el reloj de la llegada marcaba unos 56 minutos y 10 segundos cuando lo crucé. pero el de la largada marcaba 5 minutos y 40 segundos en la misma circunstancia. había mucha gente y demoré como cuatro quilómetros en poder agarrar un ritmo decente. yo creo que en condiciones normales, mi tiempo podía haber estado entre 48 y 49 minutos. no está tan mal para no haber entrenado nada.

por lo demás, el circuito, que atravesaba el bosque de chapultepec, era perfecto y el aire fresco de las siete de la mañana, ideal. algún día en que tenga más energía tendré que analizar este fenómeno de las carreras multitudinarias por causas benéficas. estas marchas blandas.