Ni en la boca de los mejores jugadores del mundo, esos que cuestan millones de euros, ni Ronaldo cuando llegó al Madrid, mucho menos Messi, ni Alberto Contador al empezar el tour, ni Armstrong cuando creó su equipo, ni Jordan cuando jugaba en los Bulls, ni Jackson cuando llegó a los Lakers, ni Rafa Nadal al empezar Roland Garros, mucho menos el bueno de Federer, creo que ni siquiera Maradona cuando tomó la selección (pero en este caso no estoy tan seguro)...
Nunca en mi vida había escuchado una declaración como la que leí hoy en un medio especializado en publicidad hispanoamericana. Y la comparo con el deporte porque es una declaración que sólo puede caber en el contexto "lúdico" del deporte.
“No vinimos a México a demostrar si somos o no los mejores; sino a intentar que una industria vaya para un lugar”
Dice Adlatina.com que dijeron Aregger e Ibarra, co-presidentes de DDB México, me imagino que no tengo que mencionar de qué país provienen los excelsos creativos. Uno se queda calculando qué es más soberbio, el creer que sos el mejor, el afirmar que vas a cambiar de un plumazo un mercado tan grande como el mexicano vos solo (bueno, con tu dupla), o el hecho de no evaluar que eso mismo deben haber pensado unos cuantos antes que vos (muchos de ellos habiendo pasado toda su vida "luchando" en esa "industria").
De hecho, miento cuando digo que es una declaración que nunca había escuchado: se escuchaba un discurso similar por los pasillos de una empresa para la cual yo trabajaba, de alguien proveniente del mismo país, que me hizo perder el trabajo y a algunos amigos. Por lo visto, aquel que lo decía todavía no lo ha conseguido.
Me he quedado pensando si, ahora que la industria de la publicidad mexicana vaya para ESE lugar, el monumento se lo dedicarán a estos chicos o a aquel otro que lo había dicho primero.
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