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sábado, 19 de febrero de 2011
viernes, 18 de febrero de 2011
El voluntarista cocacolero que se choca contra el idioma.
Más allá de ser un mensaje tan voluntarista que da asco (porque parece presuponer que todos los seres humanos somos tan imbéciles como el que hizo el anuncio y, lo que es peor, tal vez tenga razón), hay una cosa que me llama la atención de este comercial de Coca-cola: su conclusión parece desatinada (o por lo menos genera alguna duda).
Dice:
"Por cada arma que se vende en el mundo...
20.000 presonas comparten una Coca-cola."
Primero: A pesar de la terrible crisis que vivimos, me parece difícil creer que 20.000 personas compartan UNA Coca-cola. Pero si así fuera: ¿Cómo hacen? ¿Con un cuenta gotas? ¿Cuánto le toca a cada una? ¿Cuántos litros tiene el envase de ESA Coca-cola?
Segundo: no queda claro lo que están haciendo esas 20.000 personas: ¿brindan porque se ha vendido el arma? ¿Lo celebran?
Otra cosa, ¿qué es eso de "basado en un estudio sobre la situación actual del mundo"? ¿No es la oración más estúpida e insignificante que se pueda escribir? ¿No era mejor cuando la publicidad sólo era publicidad y no trataba de ser una filosofía que ayuda a sanar los males de la humanidad?
miércoles, 28 de julio de 2010
Eso es tenerse fe y no chingaderas.
Ni en la boca de los mejores jugadores del mundo, esos que cuestan millones de euros, ni Ronaldo cuando llegó al Madrid, mucho menos Messi, ni Alberto Contador al empezar el tour, ni Armstrong cuando creó su equipo, ni Jordan cuando jugaba en los Bulls, ni Jackson cuando llegó a los Lakers, ni Rafa Nadal al empezar Roland Garros, mucho menos el bueno de Federer, creo que ni siquiera Maradona cuando tomó la selección (pero en este caso no estoy tan seguro)...
Nunca en mi vida había escuchado una declaración como la que leí hoy en un medio especializado en publicidad hispanoamericana. Y la comparo con el deporte porque es una declaración que sólo puede caber en el contexto "lúdico" del deporte.
“No vinimos a México a demostrar si somos o no los mejores; sino a intentar que una industria vaya para un lugar”
Dice Adlatina.com que dijeron Aregger e Ibarra, co-presidentes de DDB México, me imagino que no tengo que mencionar de qué país provienen los excelsos creativos. Uno se queda calculando qué es más soberbio, el creer que sos el mejor, el afirmar que vas a cambiar de un plumazo un mercado tan grande como el mexicano vos solo (bueno, con tu dupla), o el hecho de no evaluar que eso mismo deben haber pensado unos cuantos antes que vos (muchos de ellos habiendo pasado toda su vida "luchando" en esa "industria").
De hecho, miento cuando digo que es una declaración que nunca había escuchado: se escuchaba un discurso similar por los pasillos de una empresa para la cual yo trabajaba, de alguien proveniente del mismo país, que me hizo perder el trabajo y a algunos amigos. Por lo visto, aquel que lo decía todavía no lo ha conseguido.
Me he quedado pensando si, ahora que la industria de la publicidad mexicana vaya para ESE lugar, el monumento se lo dedicarán a estos chicos o a aquel otro que lo había dicho primero.
Nunca en mi vida había escuchado una declaración como la que leí hoy en un medio especializado en publicidad hispanoamericana. Y la comparo con el deporte porque es una declaración que sólo puede caber en el contexto "lúdico" del deporte.
“No vinimos a México a demostrar si somos o no los mejores; sino a intentar que una industria vaya para un lugar”
Dice Adlatina.com que dijeron Aregger e Ibarra, co-presidentes de DDB México, me imagino que no tengo que mencionar de qué país provienen los excelsos creativos. Uno se queda calculando qué es más soberbio, el creer que sos el mejor, el afirmar que vas a cambiar de un plumazo un mercado tan grande como el mexicano vos solo (bueno, con tu dupla), o el hecho de no evaluar que eso mismo deben haber pensado unos cuantos antes que vos (muchos de ellos habiendo pasado toda su vida "luchando" en esa "industria").
De hecho, miento cuando digo que es una declaración que nunca había escuchado: se escuchaba un discurso similar por los pasillos de una empresa para la cual yo trabajaba, de alguien proveniente del mismo país, que me hizo perder el trabajo y a algunos amigos. Por lo visto, aquel que lo decía todavía no lo ha conseguido.
Me he quedado pensando si, ahora que la industria de la publicidad mexicana vaya para ESE lugar, el monumento se lo dedicarán a estos chicos o a aquel otro que lo había dicho primero.
martes, 6 de julio de 2010
¿Alguien le preguntó a la gente de Lesotho si el comercial de Coca-Cola era ofensivo?
Esto que está acá arriba es una MIERDA. Pero además de ser una mierda porque está hecho como la mierda y porque, queriendo ser gracioso, lo único que puede provocar es desprecio, es una mierda porque ofende en un tono estúpido que lo único que logra es lo opuesto de lo que supuestamente se propone: lograr el apoyo de los arengtinos para la selección uruguaya (en realidad lo que se propone es promocionar a una productora al "bajo precio de la necesidad". Esto sí que lo logra).
Pero más allá de mi juicio subjetivo y de la justificada indignación que puede generar en más de un argentino, que hoy estará a muerte con Holanda, me lleva a preguntarme si la campaña "celebremos más, alentemos juntos" de la agencia argentina Santo para Coca-Cola latinoamerica, parodiado en la mierda de acá arriba y que está acá abajo, no será igual de ofensivo para los habitantes de Leshoto. Y me pregunto si, por el sólo hecho de estar mejor realizado, ser firmado por Coca-Cola y haber sido hecho por talentosísimos creativos argentinos, no resulta igualmente despreciable.
Está claro que los clubes argentinos, a través de la poderosa maquinaria mediática porteña, han logrado exportar (con programas como "El Aguante" por ejemplo) una forma de vivir el fútbol y de apoyar a un equipo que vuelve muy riesgosas este tipo de acciones. Deberíamos, en este campo, ser todos un poco más cuidadosos; porque el fútbol es un juego y hay cosas muchísimo más importantes por las que pelearse, las nacionalidades no son una de ellas.
jueves, 1 de julio de 2010
La diosa de las derrotas.
Varias personas en varias oficinas espaciosas con vistas a varias ciudades poderosas del mundo deben estar martillándose, o cercenándose, varias partes de sus cuerpos cercanas a la entrepierna: el comercial que Nike hizo para este mundial es el más sonoro compendio de fracasos que yo recuerde. Drogba, Cannavaro, Rooney, Ribery, Ronaldo: todos afuera; todos dando pobrísimas demostraciones de fútbol y alguno de ellos, el portugués sobre todo, también de caracter. Y justamente en un anuncio que habla de eso: del fracaso. Cabría preguntarse cuál ha sido el error de esta marca que ha tendido, en general, a los éxitos. Una respuesta sencilla podría ser que fallaron a la hora de elegir a sus estrellas, sin embargo, me parece que hay algo que va más allá de la fortuna o el acierto al escoger un protagonista; algo que tiene que ver con la ética.
Yo, que soy un admirador de la publicidad de Nike desde los ochentas, creo humildemente que se equivocan en su relación con el fútbol. Este anuncio no es más que el último ejemplo, tal vez el más claro, de una estrategia que tiene años y que vuelve muy difícil lidiar con los fracasos individuales porque exalta demasiado individualmente los triunfos grupales (de hecho, este comercial es perfecto como muestra, parece que hubiesen estado pidiendo que sucediera lo que sucedió). Pero, para mí, lo peor del caso es que tantos años de insistir en la heroicidad personal, han hecho mucho daño a la concepción de este deporte (el más importante del mundo), con cambios lamentables en la manera en la que es percibido, sobre todo por la gente que no lo entiende demasiado bien. Desde ya, Nike no es la única responsable de este cambio, pero tal vez sí sea una de las más importantes.
Como todo el mundo sabe, Niké es la diosa griega de la victoria, y fue en eso, precisamente, que Phil Knight basó su empresa desde el nombre: victoria. Esto resulta lógico para una compañía que vende ropa deportiva, sería cuando menos curioso que la basara en los fracasos (aunque me gustaría ver una marca que lo hiciera, pienso que no le iría nada mal); pero el problema es que hay distintas maneras de triunfar y la que publicita Nike es deudora de la sociedad de la que proviene: el american way of life, el individualismo extremo, cada uno por su cuenta y a luchar todos contra todos. Una mística que es muy seductora, desde luego, y que tiene numerosos ejemplos de grandes gestas en diferentes disciplinas, desde Babe Ruth hasta Michael Phelps, pasando por Lance Armstrong o Pete Sampras, pero que, según creo yo, no es la adecuada para el fútbol.
En el fútbol no siempre triunfa el equipo que tiene mejores individualidades, sumar estrellas no significa necesariamente ganar, pregúntenle a Florentino Pérez (y cuidado el sábado, Maradona). En el fútbol, normalmente, gana el equipo que juega mejor como equipo. Y atención señoritas que siguen los mundiales como si fueran revistas para adolescentes: jugar mejor no significa hacer siete goles por partido, ni saltar muchas veces sobre un balón estacionado en el campo como si se tratase de una danza ritual para hacer llover: jugar mejor significa un complejo sistema táctico de equilibrios que no siempre van a favor, hay que decirlo, del espectáculo en términos mediáticos. A veces un gran jugador es el que menos toca el balón durante el partido. A veces un gran jugador corre mucho pero no se ve tanto. A veces un gran jugador, debo decirlo con horror, es FEO. Y, "last but not least", como en cualquier juego, el ganador siempre será el equipo que jugó mejor (salvo errores arbitrales, por supuesto): por más que nos enamore el juego del Barça de Guardiola, el Inter de Mourinho es el campeón de Europa y por lo tanto es el que jugó mejor esa copa. Y punto pelota.
La primera vez que vi el anuncio en cuestión, lo que más me impresionó fue que, a pesar de lo que se narra, NO EMOCIONA; por el contrario, transmite una frialdad distante. Esto tiene que ver con la estética de video juego con la que está realizado y me parece que no es algo casual. Los jugadores vienen a la pantalla como se mueven sus avatares de Playstation, de un modo mecánico. Es como si el espectador, detrás de la consola, fuera quien comanda. Eres tú, en tu casa, en tu sillón, cómodamente instalado, el que sueña con ganar, el que "escribe el futuro" (algo parecido sucedía con el comercial de Guy Richie en cámara subjetiva, del año 2008, para la misma marca). El futuro es un individuo solo que sueña con una victoria solitaria conseguida por él mismo para él mismo y para que se erijan monumentos en su honor. Para Nike, ya no son los jugadores que van a ofrecer las victorias a los pueblos que representan, son los pueblos representados que homenajean a esos pocos elegidos que han triunfado. No es un cambio menor.
De hecho, y para no dejar rezagada a la diosa Niké, viendo la parte más despreciable del comercial, ese final en el que se descubre la estatua de Cristiano Ronaldo, recordé un pasaje en el que Arnold Hauser comenta, en el tomo I de su monumental "Historia social de la literatura y del arte", el arte publicitario de las olimpíadas de la época arcaica griega. Dice Hauser: "La primera lista de vencedores se remonta al año 776 a. de C.; la primera estatua de vencedor fue erigida, según Pausanias, en el año 536 a. de C. ¿Acaso las estatuas de vencedores fueron creadas para despertar la emulación de una generación más débil, menos ambiciosa, más mezquina? Las estatuas de los atletas no buscaban el parecido; eran retratos ideales, que únicamente parecen haber servido para mantener el recuerdo de la victoria y hacer la propaganda de los juegos. El artista ni siquiera ha visto al vencedor una sola vez..." Extraigan sus propias conclusiones.
A mí no me gustan los jugadores de fútbol que aparecen en programas del corazón rodeados de señoritas bonitas (entre otras cosas porque no me gusta ese tipo de programas) o que son condecorados por una reina; a las historias que transmiten los homenajes de la tele prefiero las gestas que se cuentan las personas entre ellas por la calle, en los bares, en las oficinas; esas que crecen con cada nuevo narrador, esas en las que los héroes van agigantándose con el paso de los años. Si tuviera que escribir el futuro de este hermoso deporte, es así como lo haría. ¿Todavía podemos? O ya sólo lo escribirá cada uno en su Playstation.
Ahora me acuerdo de la publicidad de Adidas para el mundial de Alemania 2006, eso está un poco mejor...
jueves, 20 de mayo de 2010
jueves, 13 de mayo de 2010
una curiosidad
domingo, 24 de enero de 2010
No, me parece que no: no vale todo.
Ya sé que no importa, Fogwill (padre), mi opinión. Es altamente probable que ni siquiera llegues a conocerla. Pero lo cierto es que a mí me encantaba el "Llamado por los malos poetas" y ahora, después de ayer, no sé. Quiero decir, me sigue gustando el poema pero algo me pasó cuando vi el comercial de coca-cola light que lo tiene como protagonista. No es una opinión meditada largamente, es una primera impresión, una sensación en caliente. Me produjo cierto malestar ver el anuncio.
No es que me moleste la publicidad; me gusta la publicidad, vivo de la publicidad y la disfruto, no todo el tiempo, pero cuando es buena la disfruto, como cualquiera. En particular, me han gustado mucho varios de los comerciales de coca-cola light que, como éste, dirigió Fogwill (hijo), pero no sé, algo no me sonó bien aquí.
También me gusta mucho la coca-cola. Me parece un invento buenísimo y me encanta desde niño. Ahora prefiero la zero a la light, pero tomé light durante años. Lo que puede ser es que me parece, humildemente, que la coca-cola es la coca-cola y la poesía es la poesía y la publicidad es la publicidad y acá como que se mezcla todo y, perdón, pero no de la mejor manera, y me da la impresión que ninguna de las tres cosas sale demasiado bien parada.
Y no es que sea un fundamentalista de la poesía. Seguro que no. Quizás sea que no es un comercial que utilice el poema sino que lo transforma, toma su espíritu "poético" y lo vuelve "publicitario". Este es un poema que, en cierta forma, jugaba con una "tierna esperanza", ironizaba cándidamente y llegaba a enternecer desde ese lado, esa falsa inocencia le permitía decir lo que decía y gustar. Ahora todo eso aparece trivializado y se desnuda la demagogia del sentimiento inicial. O quizás sea la voz, que supongo que es tuya, Fogwill (padre)... Quiero decir que no me gusta como está dicho el poema, sobre todo ese final grandilocuente con la música in crescendo. No me lo imaginaba así. Y supongo que está hecho en tono de broma, pero no me gusta, qué le voy a hacer. Además, me hace acordar mucho a Benedetti y eso me resulta desagradable (claro que esto es estrictamente personal).
Ahora, eso sí, agradezco a los Fogwills (padre e hijo) y a los creativos de esa gran agencia que es Santo (admirados Wilhelm y Anselmo y todos los otros que habrá detrás de esto) porque me hicieron dar cuenta de una cosa importante. Yo antes creía que valía todo, que cualquier cosa podía ponerse en cualquier lugar y podíamos mezclar todo porque todo daba lo mismo. Y también sabía reírme de la solemnidad de los poetas, los malos y los buenos, y de los artistas con mayúscula (ojo, me siguen causando gracia). Pero no es eso, no es que crea que la poesía vaya a salvar al mundo, aunque capaz que sí, ojalá, pero en todo caso, es que me di cuenta de que no vale todo. Eso es importante. Ya sé que estas cosas, Fogwill (padre), te causarían mucha gracia si por alguna casualidad llegaras a leerlas, y pensarías que soy un voluntarista imbécil (cosa que quizás sea cierta y con la que convivo a diario), pero bueno, es una sensación que tenía que expresar.
Ojo: mañana capaz que cambio de opinión.
Por las dudas, acá va el "Lllamado por los malos poetas". Lamentablemente, ahora no puedo dejar de leerlo de otro modo, eso me da un poco de rabia.
Se necesitan malos poetas.
Buenas personas, pero poetas
malos. Dos, cien, mil malos poetas
se necesitan más para que estallen
las diez mil flores del poema.
Que en ellos viva la poesía,
la innecesaria, la fútil, la sutil
poesía imprescindible. O la in-
versa: la poesía necesaria,
la prescindible para vivir.
Que florezcan diez maos en el pantano
y en la barranca un Ele, un Juan,
un Gelman como elefante entero de cristal roto,
o un Rojas roto, mendigando
a la Reina de España.
(Ahora España
ha vuelto a ser un reino y tiene Reina,
y Rey del reino. España es un tablero
de alfiles politizados y peones
recién comidos: a la derecha, negros, paralizados, fuera del juego).
Y aquí hay torres de goma, alfiles
politizados y damas policiales
vigilando la casa.
A la caza del hombre,
por hambre, corren todos, saltan
de la cuadrícula y son comidos.
Todo eso abunda: faltan los poetas,
los mil, los diez mil malos, cada uno
armado con su libro de mierda. Faltan,
sus ensayitos y sus novela en preparación.
Ah.. y los curricola,
y sus diez mil applys nos faltan.
No es la muerte del hombre, es una gran ausencia
humana de malos poetas. Que florezcan
cien millones de tentativas abortadas,
relecturas, incordios,
folios de cartulina, ilustraciones
de gente amiga, cenas
con gente amiga, exégesis, escolios,
tiempo perdido como todo.
Se necesitan poetas gay, poetas
lesbianas, poetas
consagrados a la cuestión del género,
poetas que canten al hambre, al hombre,
al nombre de su barrio, al arte y a la industria,
a la estabilidad de las instituciones,
a la mancha de ozono, al agujero
de la revolución, al tajo agrio
de las mujeres, al latido
inaudible del pentium y a la guerra
entendida como continuidad de la política,
del comercio,
del ocio de escribir.
Se necesitan Betos, Titos, Carlos
que escriban poemas. Alejandras y Marthas
que escriban. Nombres para poetas,
anagramas, seudónimos y contraseñas
para el chat room del verso se necesitan.
Una poesía aquí del cirujeo en la veredas.
Una poesía aquí de la mendicidad en las instituciones.
Una poesía de los salones de lectura de versos.
Una poesía por las calles (venid a ver
los versos por las calles...)
Una poesía cosmopolita (subid a ver
los versos por la web...).
Una poesía del amor aggiornado (bajad a ver
poesía en el pesebre del amor...)
Una poesía explosiva: etarra, ética,
poéticamente equivocada.
En los papeles, en los canales
culturales de cable, en las pantallas
y en los monitores, en las antologías y en revistas
y en libros y en emisiones clandestinas
de frecuencia modulada se buscan
poetas y más malos poetas:
grandes poetas celebrados pequeños,
poetas notorios, plumas iluminadas,
hombres nimios, miméticos,
deteriorados por el alcohol,
descerebrados por la droga,
hipnotizados por el sexo
idiotizados por el rock,
odiados, amados por la gente aquí.
En las habitaciones se buscan.
En un bar, en los flippers,
en los minutos de descanso de la oficina,
entre dos clases de gramática,
en clase media, en barrios
vigilados se buscan.
¿Habrá en la tropa?
¿En los balnearios, en los baños
públicos que han comenzado a construir?
¿En los certámenes de versos?
¿En los torneos de minifútbol?
¿Bajo el sol quieto?
¿A solas con su lengua?
¿A solas con una idea repetitiva?
¿Con gente?
¿Sin amor?
No es el fin de la historia, es
el comienzo de la histeria lingual.
Todo comienza y nace de una necesidad fraguada en la lengua.
Falsifiquemos el deseo:
Te necesito nene.
Para empezar te necesito.
Para necesitar, te pido
ese minuto de poesía que necesito, necio:
quisiera ver si me devuelves el ritmo de un mal poema,
que me acaricies con sus ripios,
que me turbes la mente con otra idea banal,
y que me bañes todo con la trivialidad del medio.
Y en medio del camino, en el comienzo
de la comedia terrenal, quiero vivir
la necedad y la necesidad
de un sentimiento falso.
Se necesitan nuevos sentimientos,
nuevos pensamientos imbéciles, nuevas
propuestas para el cambio, causas
para temer, para tener,
aquí en el sur.
Y arriba España es un panal
de hormigas orientales:
rumanas, tunecinos,
suecas a la sombra de un Rey.
Riámonos del Rey.
De su fealdad.
De su fatalidad.
De Su Graciosa Realidad.
La realidad es un ensueño compartido.
La realidad de España
es su filosa lengua pronunciando la eñe
y su mojada espada pronunciando el orden
del capital y la sintaxis.
¡Ay, lengua:
aparta de mí este cuerno de la prosperidad clavado en tu ingle,
suturada de chips, y cubre
nuestras heridas con el bálsamo de los malos poemas..!
jueves, 21 de mayo de 2009
cuando el creativo es el protagonista del comercial

estas son las dos primeras noticias de adlatina de hoy. adlatina es uno de los sitios especializados en publicidad más visitados de iberoamérica. luego, no se trata de dos actores de acción, ni de dos héroes de hollywood; no es el nuevo james bond, no es el nuevo robot de terminator, ni siquiera se trata de dos modelos protagonistas de las últimas campañas de una cerveza o de un shampoo anti-caspa, no, son dos DIRECTORES GENERALES CREATIVOS. sí, me pregunto lo mismo que ustedes: ¿será que el que maneja demasiados estereotipos se termina convirtiendo en uno? ¡qué miedo!
detengámonos en la primera foto. ¿qué hay allí? hay un hombre de unos 35 años, hay un atardecer en la costa. pero más que nada hay una forma de mirar. de espaldas al mar y a la caída del sol, el hombre parece mirar algo más importante que la imponente naturaleza; ¿será el futuro? por la posición del hombro derecho, daría la impresión de que está señalando algo, mientras cierra un poco los ojos, como si buscase enfocar mejor: "es por ahí que tenemos que ir". lo dice con un gesto que mezcla preocupación y osadía: "¡seguidme! no será fácil, pero ese es el camino."

parece haber también un poco de sufrimiento, una leve sensación de peligro, un desajuste entre objetivos y realidad, como si le hubiesen encargado salvar a la humanidad y el se dijera,"bueno, lo haré porque todos dependen de mí, pero no creáis que lo hago con gusto, o por vanidad." hay algo de la actitud de pierce brosnan. perfecto.
pasemos al segundo. ¿qué hay allí? es un hombre, pareciera más joven que el anterior pero no se sabe muy bien porque tiene un casco y unas gafas de sol que le cubren buena parte del rostro. también hay mar, por la luz podría ser la mitad de la tarde. el hombre también está de espaldas al mar, la diferencia es que, oh no, en este caso ¡ESTÁ CAYENDO! ha saltado en paracaídas, presumiblemente (salvo que la foto sea posterior al reportaje y mares esté durmiendo con los peces). pero veamos qué nos dice: “Siempre me sentí un extraño en esto, pero por cómo se están dando las cosas, puedo decir que me apasiona cada vez más, es una profesión muy intensa, de grandes experiencias y distintas cada vez, eso saca siempre lo mejor de quienes trabajan en ella, por eso me gusta”.

y ustedes pensarán: debe ser piloto de fórmula 1, aviador, alpinista, buzo militar... pero no, es el director general creativo de mccann-erickson perú. hay que decir que, no sé como será en lima, pero mccann worldwide no se caracteriza por ser la agencia de publicidad más osada del mundo, ni mucho menos. sin embargo él acaba de saltar al vacío y para demostrarlo se toma a sí mismo una foto y sonríe a la cámara, sonríe ante el peligro. "estoy dispuesto a todo por la creatividad, soy capaz de asumir todos los riesgos, si tengo que tirarme de un avión, lo haré" nos está diciendo. ¡esos son creativos y no pamplinas!
ante tanta decisión, ante tanta firmeza, enfrentados a esta clase de actitudes, podríamos inferir, sin demasiado esfuerzo, que en los años por venir los directores generales creativos gobernarán el mundo. me acuerdo de aquel ratoncito, un poco tonto e inocente, que al final de cada capítulo le preguntaba a su dupla creativa: "¿qué haremos mañana cerebro?"
lunes, 20 de abril de 2009
publicidad no convencional
chávez se acerca a obama y le regala un libro. se trata de "las venas abiertas de américa latina" de eduardo galeano.
el momento quedará para la posteridad. el libro, según escuché en un noticiero televisivo español, pasó a estar número dos en ventas en amazon. (es un libro de 1971 que ya se había vendido mucho mucho mucho sin esta publicidad).
más allá de la pregunta obvia de un tonto como yo (¿no teníamos nada mejor que regalar?), me quedé pensando en otra pregunta que siempre hacía el maestro medina vidal: y esto ¿con qué se come?
el momento quedará para la posteridad. el libro, según escuché en un noticiero televisivo español, pasó a estar número dos en ventas en amazon. (es un libro de 1971 que ya se había vendido mucho mucho mucho sin esta publicidad).
más allá de la pregunta obvia de un tonto como yo (¿no teníamos nada mejor que regalar?), me quedé pensando en otra pregunta que siempre hacía el maestro medina vidal: y esto ¿con qué se come?
viernes, 20 de marzo de 2009
águas de março, fim da canseira
un día descubrí que aquella melodía que tanto me gustaba no la había hecho coca-cola. no me acuerdo cómo fue ni cuándo, sé que estaba dejando de ser niño y recuerdo la impresión que me causó escuchar a ese antonio carlos jobim. mucho después, supe que había cobrado un millón de dólares y supe muchas otras cosas. pero en aquel entonces, para mí, que era mucho más fundamentalista que ahora, comprender que el arte se mezclaba de esa forma con la promoción de un producto, fue como ser desvirgado, perder la inocencia, empezar a entender que todo, todo, todo, puede arruinarse; de hecho, está siempre a un paso de corromperse. como cuando te dicen que los reyes son los padres, algo así.
indudablemente, aguas de março es una de esas canciones perfectas, no necesariamente "las mejores", no las que más escucharemos, no las que ponemos cuando estamos tristes, no; las que cuando las oímos entendemos íntimamente la alegría que debe haber llenado al compositor cuando encontró aquello y lo desarrolló. una obra "inspirada" que le dicen. y no es, por cierto, la única de jobim que está en ese club. yo la escuché por primera vez, en formato no publicitario claro está, en la versión del 74, del disco Tom & Elis, cantada por elis regina, esa chica del puerto alegre. sólo mucho después conocí la anterior, de "matita perê", una grabación que me gusta mucho más, justamente porque no tiene a regina haciéndose la graciosa al final.
quién sabe por qué, desde antes de ayer tengo esta canción sonando en la cabeza. seguramente porque es marzo y ahora, para mí, ya no se cierra el verano sino el invierno. y tal vez también porque puede ser el fim da canseira de tantos movimientos. lo cierto es que ahora que la escucho, con detenimiento y unos auriculares excelentes que me ha regalado ferran, me llama la atención cómo se siente la nariz de jobim expirando, dejando salir el aire de la perfección en nuestros oídos. como si ese dios que está en las cosas hermosas saliese a respirar sobre un micrófono un momento.
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