viernes, 25 de abril de 2008

Hugazo


en el círculo de músicos que yo frecuentaba de joven, a hugo fattoruso lo llamaban "hugazo" y era dios. "¿Quiénes estaban?" preguntaba uno; "urbano, el bolsa, tato moraes, cheché y el hugazo..." le respondía el otro. era una forma, obviamente, de agrandarlo para depositarlo cerca de la dimensión que realmente tenía para todos. después de muuuuuuchos años, ayer fui a ver al hugazo en méxico y descubrí dos cosas: que me puede llegar a gustar un tipo de candombe que antes no me gustaba (el que se canta en carnaval) y que formo parte de una colonia, la colonia uruguaya.

esto último lo descubrí primero. la sala estaba llena de gente, con banderas y camisetas de la selección celeste, que, sospecho, no estaba allí por la calidad del espectáculo sino por su origen. si hitler hubiese nacido en tranqueras y viniera a cantar vidalitas con eva braun, estos señores irían corriendo a verlo. además, habló el embajador y ahí fue que apareció el sintagma: "un agradecimiento a la casa de la amistad Uruguay-México y a toda la colonia uruguaya". al principio creí que se trataba de un perfume, el olor del río de la plata, cerca del puerto, cuando está por llover: Colonia Uruguaya. después pensé en la colonia penitenciaria de kafka. pero no, resulta que yo formo parte de un grupo de gente que se identifica como una colonia. la cosa iba mal porque, por si esto fuera poco, todos se conocían y saludaban a los gritos. pero entonces entraron los músicos.

arrancó Hugazo solo, tocando una monkiana versión "aquello" de jaime roos que, seguramente, empezó a defraudar a la concurrencia que entendió que no habría negros disfrazados bailando en del escenario y, peor aún, que tampoco ellos iban a poder bailar. después entraron Osvaldo, los hijos del lobo Nuñez, y diego paredes; batería, chico, repique y piano. el repertorio fue variado, desde una canción de almada y sclavo, hasta una de francisco fattoruso (hijo del Hugazo), "10 more miles", que para mí fue lo mejor de la noche (very Mingus), desde la "casa de al lado" de cabrera hasta "biromes y servilletas" de masliah. después de un rato, uno de los integrantes de la colonia gritaba: "¡sólo los tambores!" y hugazo dijo "sí, creo que mi hermano y yo nos tenemos que ir". pero no se fueron. y también tocaron como cuerda de tambores. y siguieron tocando y yo me renconcilié con un tipo de candombe que no me gustaba.

por la mañana, un amigo estaba como loco porque venía goran bregovic a tocar al zócalo. esa mezcla de folklore gitano y música tradicional europa del este con rock que a todos encanta gracias al payaso kusturica (yo no tengo la culpa de que tenga nombre de payaso). yo pensaba: qué lástima que uruguay no tenga un payaso kusturica (ricagni lo intentó pero, bueno, mejor no hablar de ciertas cosas), para que la gente se acerque a esa vertiente musical tan energética que es el candombe. yo traté de arrastrar algún mexicano al concierto de ayer, no por una devoción a "la colonia", sino porque me parece que es un estilo musical que vale la pena conocer y que ha dado grandes compositores como eduardo mateo, rada, o los fattoruso. Me fue imposible.

igual, los de la colonia, no necesitamos a ningún extranjero para disfrutar del hugazo. ¿queda claro?
ah, estamos.

domingo, 13 de abril de 2008

mozo, sírvame lo que está tomando Cedric Bixler-Zavala


Cedric es el cantante de The Mars Volta. ayer, mientras su amigo Omar tocaba un extenso solo, Cedric saltó a la fosa que separa el escenario del público tomó una revista y empezó a comérsela, se trepó al carrito del travelling, se subió a la cámara, le robó el gorro al camarógrafo e hizo varios viajes de ida y vuelta sobre ese vehículo escupiendo el objetivo en primer plano. después volvió al escenario y empezó a reptar, cuando llegó a los pies de Omar comenzó a morderle la rodilla. volvió a la fosa y se puso a arrancar la tela negra que recubría todo el escenario; no estuvo satisfecho hasta que no la quitó toda y pudo envolverse en ella y gritar con la cara cubierta de ese negro tirante. volvió a subir, le robó el ride al percusionista, con soporte y todo, y lo tiró al público (sí, yo también pensé que había matado a alguien, y quién sabe). luego fue hacia atrás y tiró una torre de luces, trajo una de las guías y la lanzó al público. robó un extinguidor y empezó a ehcarle la espuma al público, cuando ésta se acabó, tiró el extinguidor (sí, yo también volví a pensar que había matado a alguien, y quién sabe). después, omar terminó el solo y él volvió a cantar.

claro, visto así, en frío, uno piensa que el tipo está loco, lo cual probablemente sea cierto, pero les aseguro que ayer de noche, si yo hubiera estado arriba de ese escenario y sin nada en las manos que tocar, hubiera hecho lo mismo. porque daban ganas de agarrarse a piñas con todos los demás, de saltar, de pegarse, de darse la cabeza contra el piso. yo pensaba que los discos de The Mars Volta transmitían una energía suprema, pero en vivo esa energía se multiplica hasta el delirio.

es muy difícil de explicar. creo que es como si agarrásemos a led zeppelin y al lado pusiésemos a tocar a la banda de coltrane que grabó "ascension". esa es la sensación que queda, la del espríritu del free jazz mezclado con el rock pesado de los setentas. todos tocando todo al mismo tiempo. archie shepp tocando al lado de adrián terrazas, elvin jones tocando al lado de ese demonio salvaje que es thomas pridgen, mccoy tyner tocando al mismo tiempo que isaiah ikey owens, jimmy garrison y juan alderete (qué buen bajista), pharoah sanders con omar y por supuesto john coltrane enloqueciendo junto a Cedric. ascensión.

lamentablemente, después de lo de ayer creo que voy a tener que dejar de escuchar música en vivo por un tiempo porque aquello es difícil de igualar. salvo que viniera led zeppelin. de lo otro que pudimos ver en el coca-cola zero fest bajo la lluvia:

belinda- si la cantante perdiera la voz, el mundo no perdería nada. de hecho, creo que la banda ganaría.
kinki- no están nada mal.
my morning jacket- tienen mucha más potencia en vivo de lo que el disco que yo tengo (y me gusta mucho), z, hacía prever. el cantante deja todo en el escenario.
my chemical romance- aburrido. más con la previa de los "emos" y todo eso. es como si los de green day se hubieran cogido a los new kids on the block y esto fue lo que nació de esa unión.
smashing pumpkins- no me gustaría sonar despreciativo, pero después de ver a mars volta cualquiera suena como un grupo de señoritas de secundaria. escuché dos canciones, me aburrí de sus lamentaciones y me fui.

viernes, 11 de abril de 2008

the mars volta: música para matarse y revivir.



la horita que le dedico diariamente al deporte es también el tiempo de escuchar los discos nuevos. sin embargo, hace dos semanas, desde que lo adquirí, que no puedo dejar de escuchar "The bedlam in Goliath" de The Mars Volta. la energía que ponen estos chiquilines en su música hace que el hipotálamo de la orden de segregar varios litros de adrenalina, llevándonos a ese excesivo gasto calórico con su consecuente aceleración de pulsaciones a límites peligrosos para nuestra edad que el vulgo denomina, cuando se refiere al ejercicio, "matarse". "Hoy me maté", se dice. Luego, gracias a la misma música, uno revive.

dice la blogósfera, pero alá sabe más, que en un viaje a Jerusalem Omar Rodríguez-López compró un artefacto arcaico parecido a una ouija como regalo para Cedric Bixler-Zavala. Cada vez que retornaban al bus de la gira que emprendieron con los Red Hot Chili Peppers, usaban este tablero parlante que se convirtió en un tipo de ritual post-show. Bautizado ‘The Soothsayer’, el tablero comenzó a revelar historias, dar nombres y hacer demandas como tres personas diferentes que aparecían en la forma de uno, el cual fue llamado “Goliath”.

luego, mientras la banda grababa el disco inspirado en, o por, el Soothsayer, ocurrieron una serie de hechos "sobrenaturales": Deantoni Parks - su ex-baterista - abandonó la banda en medio de un tour por problemas financieros; Bixler-Zavala tuvo que someterse a una cirugía en el pie por los apretados zapatos que usaba, forzándolo a aprender a caminar de nuevo; tracks de audio surgían y desaparecían esporádicamente; el estudio casero de Rodríguez-Lopez se innundó en medio de malfuncionamientos eléctricos; y el primer ingeniero de sonido sufrió un colapso nervioso, perdiendo todo el trabajo que ya se había hecho.

el proyecto estuvo a punto de naufragar, literal y metafóricamente, pero Rodríguez-López se mantuvo a flote. En el medio de las nuevas sesiones, enterró al Soothsayer en un lugar que nadie conoce y selló el problema incluyendo elementos de Santería y religión Yoruba a sus letras.

es imposible saber cuánto de estos cuentos es verdad y cuánto es marketing. los discos de los mars volta siempre tiene historias extrañas detrás, y, de tener que elegir una, me quedo con el diario perdido de Frances the mute. lo cierto es que, como siempre también, el disco es un derroche increíble de energía constante y tiene una canción por lo menos, Ilyena, que estará seguramente entre lo mejor de este 2008. Amputechture, su anterior disco, me había defraudado un poco, pero este vuelve al mejor nivel de la banda.

hoy de noche tocan en la ciudad de méxico (junto con los Smashing Pumpkins, My mourning jacket y otros grupos) y yo voy a ir solo, pues no conseguí a nadie que me quisiera acompañar. consultado por la experiencia, un amigo catalán que los vio el mes pasado en barcelona comentó: "son la puta ostia tío".

mañana les cuento.

jueves, 10 de abril de 2008

una preguntita...

gael garcía bernal, ¿no es igual a ignacio lópez tarso en "Macario", por ejemplo? digo, además del actor joven con nombre triple, ¿no tiene el mismo gesto entre preocupado, inocente y perverso con la nariz voluminosa? ¿yo estoy loco?
¿la historia se repite?

martes, 8 de abril de 2008

la posibilidad de comunicar la limpieza

es evidente para cualquiera que transite las calles del distrito federal que aquí la posibilidad de comunicación es mucho más importante que la posibilidad de limpieza. me ha pasado caminar cinco, seis o más cuadras con un envoltorio de pastilla en la mano, esperando encontrarme en alguna esquina con un bote de basura, tuve que guardarme el papelito en el bolsillo. sin embargo, en cada cruce hay hasta tres o cuatro teléfonos públicos, y no estoy exagerando. esto significa que si uno tiene algo que comunicar a alguien, le resultará muy fácil no guardárselo, pero si a uno le sobra algo que no sea comunicación (y no voy a ponerme a discutir si la basura comunica, por supuesto que sí, pero no en los términos que estamos manejando aquí), no es tan fácil deshacerse de ello (si nos atenemos, claro está, a las normas de convivencia civilizada, porque es muy fácil tirar cualquier cosa en cualquier lado, eso es, de hecho, lo que hace la mayoría de la gente).

la respuesta fácil sería que carlos slim, número dos en los rankings de los hombres más ricos del mundo, es el responsable de los teléfonos y que es más lucrativo que la gente hable que que tire basura civilizadamente. esta es, ciertamente, una observación válida, pero son éstas, justamente, las cuestiones que definen a un colectivo.

si slim fuera responsable de los botes de basura, ¿habría uno en cada esquina? claramente no, porque la gente no pagaría tres o cuatro pesos por tirar un envase pet. sin embargo, ¿no se puede pedir, exigir, al señor que gasta tanto en un aparato telefónico, que a su lado instale un bote de basura con un costo muchísimo menor? la gente que va a instalar el teléfono podría hacerlo sin problemas, es decir, nos ahorramos esos costos. ¿no podría el conjunto de la sociedad obligar a la persona que va a enriquecerse a su costa en un espacio público por definición, a que ponga un bote al lado de cada teléfono? entonces ¿qué pasa? que la posibilidad de comunicación es mucho más importante que la posibilidad de limpieza.

en uruguay, por ejemplo, un recolector de basura del estado gana por lo menos tres veces más que un maestro escolar pagado por el mismo estado. esto dice mucho de un país. dice claramente que a los ciudadanos que componen ese estado les preocupan más sus desperdicios que la educación de sus hijos, les interesa más lo que tiran que lo que crean (no vale la pena ni pensar en lo que puede llegar a ganar un creador, de todos modos ese es otro tema). de lo contrario esto no sería así. en la ciudad de méxico, el basurero pasa una vez por día, no siempre a la misma hora, y hace sonar una campana, si uno tiene la suerte de estar en su casa y de escucharla, puede deshacerse de sus desperdicios, si no, no. desconozco cuánto ganan en comparación a los maestros.

lo antedicho no significa, en modo alguno, que los habitantes de esta ciudad sean gente que descuida su higiene. nada más alejado de la realidad, uno viaja en un metro atestado de personas que vuelven de trabajar y no hay olores desagradables. ¿qué debemos inferir? que la gente no es sucia per se, o más bien, no es sucia en lo que respecta a su individualidad. luego, es al estado, es decir a la gente como conjunto, que no le interesa la limpieza. si tomamos la limpieza como un bien, debemos colegir que es éste un estado que inculca a sus ciudadanos el beneficio propio por sobre un objetivo común. tal vez sería ir demasiado lejos. lo cierto es que las calles, los espacios públicos, están muy abajo en una lista de preocupaciones de los ciudadanos defeños. eso sí, cualquiera puede salir de su casa, caminar pocos pasos y llamar a un amigo para decirle: "estoy en tlaxcala y culiacán, ¿no sabes dónde queda el bote de basura más cercano?".

domingo, 6 de abril de 2008

bolaño es más bueno que borges

el gran poeta uruguayo eduardo milán me dijo una vez: "hay días en los que uno lee a borges y hay días en los que uno puede escribir". esto, que puede parecer un chiste, está muy lejos de serlo; la perfección, me refiero a la narrativa, de jorge luis borges es abrumadora y creativamente excluyente. después de leerlo uno queda imposibilitado para la escritura, no hay nada que aportar al mundo de la ficción luego de la obra del argentino. nada (y quien crea lo contrario es un desequilibrado soberbio). algo similar me sucede, a nivel de la novela, genero que el dios borges dejó abierto para los pobres de espíritu, con juan carlos onetti.

con roberto bolaño no pasa lo mismo. nuestra generación enloqueció por el chileno después de leer "los detectives salvajes", parecía una obra maestra. de ahí nos aventamos el todo y llegamos hasta el bolaño poeta (jorge herralde nos dio, el año pasado, la oportunidad de leerlo en su casi totalidad con "la universidad desconocida") e inclusive a esa cosa horrible que es el infrarrealismo. ahora bien, me encuentro releyendo los cuentos del volumen "putas asesinas" y me doy cuenta de que bolaño deja la puerta abierta. uno podría, en un ataque de soberbia, pensar "si tengo suerte y trabajo duro puedo llegar a escribir algo de esta calidad". entre otras cosas porque no es una calidad demasiado alta.

entonces, uno admira a bolaño por sus novelas, pero sus cuentos están a una distancia alcanzable. los pobres de espíritu nos sentimos reconfortados y por eso me parece que bolaño es más bueno que borges, porque se instaló a una distancia más humana. aunque, curiosamente, sus mejores cuentos son aquellos en los que se olfatea la admiración que tenía por el argentino (incluso se podría pensar que "la literatura nazi en América" es una novela que borges hubiese podido escribir y desechar por imperfecta).

llegaríamos de este modo a establecer dos categorías, a saber: la de los escritores que abren la puerta y nos invitan a entrar y la de los escritores que, cuando tocamos el timbre de sus obras pidiendo limosna, nos muestran todo lo que tienen y cierran la puerta detrás de ellos. así, tendríamos a borges de un lado y a cortázar del otro. a onetti en un barrio y a levrero en otro. a elizondo y a rulfo (cada uno elige cuál está de qué lado). faulkner y hemingway. salinger y capote. a kafka y a sus traductores. etc. etc. etc.

se me olvidaba decir que, en realidad, existe otra categoría, la más amplia, la que nos incluye a casi todos los que andamos golpeando las puertas y es la de los escritores malos.