
Que si Schleck está con la sangre en el ojo por lo de Balè (de la sangre de Petachi mejor ni hablar), que si es su última oportunidad, que si Contador aguanta o contraataca, que si se comportó con falta de ética, que si se pelearon, que si se amigaron... Bueno, todo eso puede quedar atrás hoy, la mesa está servida y allí estaremos para observarlo.
Sin embargo, no sé por qué, algo me dice que no pasará nada entre esos dos, como el año pasado en el Ventoux, la misma situación pero sin Armstrong y Frank a sus costados. Hablando de costados, yo vigilaría mejor lo que hagan Samuel Sánchez y Denis Menchov, ahí puede haber algo interesante.
Espero equivocarme y que Schleck tenga una de esas jornadas dignas de recuerdo y que Contador se defienda como un león. El Tourmalet no se merece menos.
Veremos.
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