lunes, 4 de julio de 2011

Victorias de equipo.

En general, cuando la gente no entiende de ciclismo tiene la tendencia a pensar que se trata de un deporte en el que un hombre se sube a la bicicleta y tira para adelante todo lo que puede, como un poseso o un descerebrado. Cada vez que me encuentro con un lego de este tipo, lo primero que hago es explicarle que el ciclismo es un deporte bastante más complejo y que ninguna individualidad, por talentosa que sea, puede hacer nada sin un equipo.

Hoy estaba con mis sobrinos disfrutando del final de la tercera etapa del Tour en Redon y, viendo la toma frontal de la victoria de Farrar, se destacaba la figura de dos compañeros suyos del Garmin (uno de los cuales era el maillot amarillo Thor Hushovd) festejando. Los niños no podían entender porque festejaban si no habían ganado ellos, y yo les explicaba que sí, que habían ganado ellos. Y es que el Garmin, desde la victoria en la contrareloj por equipos de ayer, ha hecho las cosas con el nivel de la excelencia.

Primero: a la pregunta de si disputaría la etapa de hoy, Hushovd (que sin lugar a dudas podría haber aspirado a pelear por una victoria individual) respondía que no, que trabajaría para Farrar. Y segundo: lo hacía sin guardar nada, pocas veces he visto a un malla oro trabajar tanto, arriesgar tanto, para el triunfo de un compañero. Mientras tanto, del otro lado de la moneda, los hombres del HTC se desvanecían en los últimos quilómetros en los que Cavendish, indudablemente mejor en el sprint que Farrar, no tuvo ninguna opción porque su equipo sencillamente no estuvo a la altura.

En tiempos en los que la televisión, los organizadores y las marcas, parecen querernos hacer creer que lo único que divierte en el ciclismo son los finales de alta montaña, hoy tuvimos una clase de cómo se maneja una carrera de 200 km en la que todos los participantes están en un primer nivel mundial, para llevar a un corredor hasta una posición en la que sea capaz de dar el máximo para intentar hacerse con la victoria. Está claro que para el Garmin, entre lo de ayer y lo de hoy, ya es buena la temporada 2011. Bravo por el equipo, y cuidado, Hushovd tiene grandes posibilidades de vencer mañana en el muro de Bretaña, yo que lo vi ganar en vivo en Montjuïc puedo dar fe de ello.

"Sólo" tendrá que batir a un tal Philipe Gilbert, pero no lo hará "solo".

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