El martes llegaron a la definición de la etapa en Gap dos noruegos, los dos únicos noruegos que hay en el pelotón del Tour: Hushovd y Boasson Hagen. Después de ganar, el primero, el mayor, comentó que le parecía estar disputando el campeonato de noruega. Ayer en Pinerolo, después de una escapada que resolvió en solitario en un puerto de segunda categoría y que se jugó bajando endemoniadamente hacia meta, Boasson Hagen se resarció de la derrota del día anterior y se llevó su segunda victoria de este Tour. Es decir que Noruega, como país, tiene cuatro victorias (dos de Hushovd y dos de Boasson Hagen). Las mismas que ese país llamado Cavendish (es decir Gran Bretaña); el doble que España (L.L. Sánchez y S. Sánchez) o Bélgica (Gilbert y Vanendert), y tres más que Portugal (Rui Costa), Alemania (Greippel), Australia (Evans) y USA (Farrar). Ni Italia ni Francia tienen victorias en este Tour. Así de difícil es ganar una etapa.
Hoy es probable, por lo que se ha visto, que gane Contador, y mañana quizás también. Con lo cual igualará en victorias con Noruega. Cancellara pondrá a Suiza en el mapa el sábado. Y Si Cavendish pasa los Alpes, podría desempatar el domingo en los Campos Elíseos. Pero eso es demasiada futurología.
Por lo pronto, el rendimiento de los Noruegos es más que sorprendente.
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