Alabado sea Stanley Clarke. Bajista de tanto talento que muchas veces lo malgasta.
¿Se acuerdan de School days? ¡Aquello era lo más! Yo tuve el vinilo en alguna época, es del 76, ¡el mismo año que el "Romantic Warrior" de Return to Forever! Cuánto te han robado, Stanley.
Bueno, después de aquellas obras maestras, Stanley abusó, para mi gusto, de su virtuosismo en reiteradas ocasiones, hasta llegar a aburrir un poquillo, como le ha pasado a tanta gente tan buena (incluyendo a Chick Corea). Pero atención, hablando de Return to Forever, Stanley Clarke se volvió a juntar con Lenny White y llamaron a esa pianista sorprendente que es Hiromi para grabar un disco que no es que sea nuevo (es del 2009), pero yo recién lo empecé a escuchar y es genial.
Decir que Stanley en el contrabajo es mejor que en el bajo eléctrico es una osadía imprudente para con alguien que, se supone, es el Jaco Pastorius del bajo con trastes. Pero la voy a cometer: me gusta más Stanley en el contrabajo que en el bajo eléctrico. Después, Lenny White, bueno, es Lenny White. A quien yo menos conocía de este trío era a la japonesa que es muy, pero muy, buena.
¿Que cuál es el mejor track? Yo qué sé, son todos buenos: el primero, "Paradigm Shift", un homenaje a Obama que supongo que habrá pasado un poco de moda visto lo visto (no por la música sino por el homenajeado), me encanta. Después la canción tradicional japonesa "Sakura sakura" es hermosa. Pero, quizá porque soy una persona anticuada, me quedaré con la versión de "Take the Coltrane" (Clarke y White solos en un duelo 5 estrellas, no, 6 estrellas), "Someday my prince will come" y, participando de esa moda de grabar canciones rockeras de los noventa, el último tema del disco "Under the bridge" (sí, aquella de los Peppers), con un arreglo de Hiromi precioso.
Bah, todos buenos. Un disco para escucharlo, escucharlo y volverlo a escuchar (yo estoy con él hace una semana, que no paro).
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