hoy la ciudad no se ve detrás de los árboles. hay un velo blanco espeso donde antes había edificios. si nunca hubiera venido aquí, podría pensar que el parque es lo máximo que alcanza la vista. tengo la garganta rasposa, a punto de doler. tengo la voz más grave. así festejamos la llegada de colón a guanahani, con gaces tóxicos. contaminados.
aquí ni siquiera se amaga con un feriado (es lógico después de lo que hicieron los españoles por estas tierras). de hecho me tuve que levantar más temprano que de costumbre para venir a trabajar. por suerte, puedo escuchar a atmosphere. y por suerte ES VIERNES.
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