miércoles, 24 de agosto de 2011

Los que aguantan y los que ceden.

Esa frase hecha del ciclismo, de primera semana de gran vuelta, que dice "hoy no se puede ganar pero se puede perder" parece haber encarnado ayer en Igor Antón, uno de los grandes favoritos, para mí el principal (lo cual viene a demostrar lo poco que sé de ciclismo). Estaba claro que tener un final en alto con un puerto de primera categoría ya en la cuarta etapa, cuando la mayoría de los candidatos no saben bien todavía para qué están, iba a hacer daño, pero yo nunca pensé que el más afectado fuese el vizcaíno.

Primero fue el Rabobank, que hizo una aproximación fuerte al puerto de Sierra Nevada y después lo empezó con todo, reduciendo sustancialmente la ventaja de los escapados (no se ve muy bien para quién trabajaban pero se agradece la dureza). Cuando faltaban poco más de 15 Km, y viendo que a Antón le costaba aguantar el ritmo no demasiado duro del pelotón principal (del cual ya se habían descolgado muchos ciclistas), Purito Rodríguez puso a tirar a Karpets, cosa que tampoco causó demasiado daño. Entonces movió ficha el Liquigas con Eros Capecchi, quien sí hizo un poco más de daño descolgando definitivamente al hombre del Eskaltel. Sin embargo, Nibali, en un comportamiento extraño que ya se le había visto en el Giro, se acercó a él y lo mandó parar, aunque se veía que el último ganador de la vuelta estaba muy bien. Tan bien que lo intentó en un ataque de dos pesos que fue rápidamente conjurado. En ese momento saltó Sorensen (el mismo que en el tour daba vergüenza y que me hace dudar de si no habrá pagado algún favor a sus antiguos compañeros Schleck) y lo hizo en serio, dejando de rueda a Kiserlowski que se había ido con él y alcanzando y superando a los escapados sin levantarse de su asiento, con ese estilo tan característico suyo que es un compendio de morisquetas. Pero entonces atacó Dani Moreno, a quien se ve que le sobraban las energías, y consiguió una magnífica victoria esprintándole a Sorensen a unos 300 metros del final.

A pesar del intenso calor (36 grados):
Wiggins aguantó bien.
Van den Broeck aguantó bien.
Nibali se mostró sobrado.
Scarponi aguantó en las sombras.
Purito Rodríguez aguantó sin mostrarse demasiado (ya había dicho que este puerto no era para él).

Antón perdió un 1'20", algo que me parece muy difícil que pueda recuperar por más Anglirús que le pongan, teniendo en cuenta su debilidad en la CRI. Una lástima porque yo le tenía fe.

EN RESUMEN: ¡CUATRO ETAPAS, CUATRO LÍDERES DISTINTOS!
Y hoy podría haber uno nuevo.
Movidita la cosa.

(En las primeras de cambio abandonó Cavendish que creo que vino a comer paella).

No hay comentarios: