No estaban ni Cavendish ni Goss y, por lo tanto, no parecía preverse ese claro trabajo del HTC que conduce el sprint "sin sobresaltos" hacia la meta (por más que yo confiaba en una demostración de Degenkolb) y, por lo tanto, se olfateaba una llegada entreverada. Las apuestas iban a Farrar, sin embargo su equipo no se movió como para que llegase lo más cómodo posible al final. Sorpresivamente, fue uno de los invitados, el Skil-Shimano, el que hizo el trabajo más serio en los últimos kilómetros. Con la llegada masiva desatada, el joven Kittel (que viene de ganar ¡4 etapas! en la vuelta a Polonia), arrancó primero y pareció que se había apresurado un poco pero resultó que había arrancado en el momento justo. Lo seguían Freire, Benatti y Sagan. Todos los demás quedaron enredados en la caída que propició, justamente, Tyler Farrar, y de cuyas consecuencias todavía no se saben las últimas noticias. Cayeron muchos, entre ellos varios favoritos, habrá que ver mañana si salen todos.
Chavanel sigue líder.
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