Periodismo vergonzoso.

El invitado de la transmisión de Televisión Española de hoy era Alberto Contador. En determinado momento, el comentarista de la moto dio la noticia de que había varios carteles pidiendo que se aclarace el tema de Ezquiel Mosquera ( estaban en Galicia y se trata de un corredor gallego). Recordemos que Mosquera se encuentra apartado del ciclismo esperando sanción por el positivo de hydroxyethyl de la Vuelta del año pasado (en la que hiciera segundo detrás de Nibali).

Como se trata de dos casos similares y simultáneos (el positivo de Contador en el Tour por Clembuterol fue anunciado en setiembre del año pasado y el ciclista todavía espera sanción, aunque claro, como es Contador y no Mosquera, él ha podido disputar todas las carreras que quiso, ¡¡¡INCLUYENDO EL TOUR!!!), hubiera sido lógico que se comentara, ya que lo tenían al lado en el estudio, el caso de Contador. Sin embargo, como si nada hubiera sucedido, los "periodistas" del estudio hicieron un breve silencio (supongo que lamentando íntimamente el desatino del de la moto) y pasaron a hablar de otros temas mucho más interesantes, como el viento.

Esta parece ser la tónica del periodismo deportivo español en cuestiones de doping, "arropemos a los nuestros, no los molestemos que de ellos vivimos". Un capítulo aparte merecería en la historia de la semiótica la camiseta de Contador con su inscripción "Dirty", pero eso ya es hilar demasiado fino.

Gana Moncoutie, Wiggins de rojo.

La de hoy fue una etapa muy parecida a la de La Covatilla. Con dos diferencias:

- el equipo Katusha aprendió la lección de no desperdiciar energías y se cuidó (aunque sin demasiado resultados),
- el equipo que hizo el trabajo fue el, lógicamente, el del lider Froome, quienes inteligentemente dejaron que la fuga prosperara para que a nadie se le ocurriera hacerse con los 20 segundos de bonificación en meta.

Esto permitió que Moncoutie, que venía en una escapada de 19 corredores y se cortó solo a poco de comenzar el último puerto (trataron de seguirlo, sin éxito, Luis León Sánchez, Beniat Intxausti y Mathias Frank), obtuviera su cuarta victoria consecutiva en cuatro años en la Vuelta.

Al final, lo mismo que en La Covatilla, Froome tirando del trencito de los favoritos a un ritmo controlado al que, sin embargo, nadie pudo írsele, para cederle en los últimos kilómetros el relevo al propio Wiggins que logró deshacerse de Fuglsang para convertirse en el octavo líder diferente que tiene esta vuelta (Purito intentó un ataque de poca entidad en los últimos kilómetros y descontó 7 segundos). Me parece que habrá más cambios (veo muy difícil que Wiggins aguante en el angliru a Nibali). Veremos el fin de semana.

A partir de ahora, está claro que el equipo que quiera bonificaciones (léase Katusha: Purito dice que se tiene fe y está a casi tres minutos) tendrá que trabajar para hacer fracasar todas las escapadas. Con lo cual el Sky lo tendrá más fácil, por lo menos los días de montaña. A ver si así, logran arropar a su jefe de filas para que llegue a Madrid de rojo. Ganas se ve que tiene, y va en serio.

Dice Félix de Azúa.

"Como cualquiera puede inferir, la imaginación faculta para hacer mundos (o para transformarlos, como quería Marx, en línea teórica con Baudelaire), en tanto que la memoria sólo los conserva. Ahora bien, esos mundos imaginados o transformados por la imaginación, no son utopías, no tienen lugar en la Idea. Se trata de mundos habitados porque son contemporáneos de los mundos efectivos. Sólo les falta hablar. El poeta les hace hablar, les otorga un alma. Pero los mundos no hablan como sus habitantes. Éstos, al hablar, están trabajando y ganándose la vida; piden cosas, insultan, convencen, venden, seducen, pero no hablan en sentido estricto, a menos que canten. El mundo, en cambio, cuando habla no trabaja pues no tiene ninguna vida que ganar, sólo significa, da sentido, se da a entender. La obra de un poeta, si la frase no asusta de puro ampulosa, es esa voz del mundo dándose a entender.

Igual dicen los filósofos, de la filosofía. Y es cierto; sólo que el mundo poético habla de su vida y cómo la vive, no de su necesidad. Habla de lo que hay o debería haber, y no de su coherencia. Al describirse, se define; en tanto que la filosofía define para describirse. La poesía no conoce su límite; la filosofía sólo conoce su límite y por tal razón siempre podrá dar cuenta de la poesía, siempre podrá definirla, para tribulación y burla de la gente de letras que todavía no ha aprendido a cedr todo por ganar algo."

Dice Félix de Azúa.

Acabo de sacar de la biblioteca de la Vila de Gracia, porque es imposible conseguirlo en ningún lado, el libro de Félix de Azúa sobre Baudelaire. Me veo impelido a copiar, ya mismo, por lo menos una parte de la presentación que recién leí. Sobre todo para que me quede, porque sé que nadie la va a leer aquí, aunque alguien debería.

"...Si en 1978 todavía se podía teorizar en términos próximos a Foucault o a ciertos intelectuales transnacionales que no habían sentado su trono en la resignación, en la actualidad es arduo teorizar, porque para la vida de la teoría son precisos objetos claros y distintos. No los hay, a la vista. Los objeotos visibles, que siempre son los mismos (la ética de los individuos, la moral de las sociedades, la justicia de las naciones, las producciones de la cultura, por no hablar de los héroes y mártires) se encuentran en estado de gasificación, fusión, deformación o mineralización, o lo que es igual, carecen de definición. La parálisis que anunciaban los años setenta es peor de lo que imaginábamos, es una paralización convulsa, un baile de San Vito. La llamada "civilización occidental" es un carcamal que, desde su silla de ruedas, juega a cientos de loterías, mira todos los programas de televisión y persigue a las enfermeras a velocidad de vértigo. La verdad es que tiene cierta gracia, si no fuera porque cada giro de ruedas supone un genocidio. Pero puesta ante un ex-objeto tan poco apetecible, la teoría se vuelve sobre sí misma y el pensamiento se dedica a despensar la metafísica y analizar el origen del nihilismo. No es extraño que sólo el nombre de Heidegger diga todavía alguna cosa, o, simplemente, diga.

La primera parte, dedicada a Baudelaire, apareció en su tiempo en una colección detinada a jóvenes universitarios, con la loable intención de iniciarles en la lectura de algunos autores ejemplares. Si esa misma colección se intentara hoy de nuevo, nos moriríamos de risa. Los jóvenes uniersitarios actuales bastante tienen con no matarse el fin de semana. Sé muy bien que hay casos excepcionales, pero los editores son implacables; las cifras de ventas no admiten duda: los jóvenes universitarios no leen ni siquiera lo que les apatece. Así que la presente reedición va destinada a los jubilados, que son nuestra única arma de futuro."

Y esto era en el 91.

Inhibición de Wiggins y sopresas.

Que Tony Martin (foto) le gane las contrareloj a Cancellara está dejando de ser una sorpresa. Sólo le falta ganarle en un mundial y este puede ser el año. En breve lo comprobaremos, pero ahora vayamos a la lucha por la general.

Todo lo que ayer hablábamos de lo mucho que había demostrado Bradley Wiggins en La Covatilla, hoy tenemos que borrarlo. Después de una pésima contrareloj (sobre todo en su segunda parte, terminó tercero pero a 1:27 del ganador), donde se notó que el británico pagó el esfuerzo del día anterior, sus oportunidades de llegar como líder a Madrid, a pesar de que está a solo 20 segundos del líder, se alejan pensando en que queda mucha montaña y sobre todo el Angliru. Y, más que nada, las dudas regresan.

En el lado opuesto, su compañero de equipo, cuyo trabajo alabábamos ayer, Chris Froome, hizo una excelente contrareloj quedando en segundo puesto y logrando un más que sorprendente primer puesto en la general. Algo que nadie tenía en sus planes.

De hecho, la contrareloj de ayer, que se suponía debía clarificar a los candidatos para ganar la vuelta, ha dejado todo un poco revuelto, con favoritos que están, otros que no tanto y otros que han desaparecido, pero sobre todo, con nombres sorprendentes que darán mucha batalla a partir de ahora.

Entre los que están, el gran candidato después de ayer, es Nibali que sale muy fortalecido pensando en lo que viene y en que es el actual campeón. Wiggins lo tendrá muy difícil, porque si bien se lo ha visto aguantar muy bien en puertos tendidos, no está claro que pueda resistir rampas más pronunciadas y, en el Angliru, se puede dejar varios minutos.

Entre los que "no tanto" está la figura de Purito Rodríguez, el candidato más popular. Está a unos tres minutos de Nibali y se lo ve confiado. Yo creo que esperaba estar peor después de la crono. Pero a pesar de que queden muchos puertos y que él se conozca el recorrido y los lugares donde emboscar, 3 minutos son 3 minutos en cualquier reloj.

Entre los que no están, salvo un milagro, podemos descartar definitivamente a Antón (supongo que se concentrarán, junto a Mikel Nieve, con ganar en Vitoria, pegando un palo en el Urkiola), Scarponi, Menchov y Van den Broeck.

Entre los sorprendentes, cuidado con Fuglsang, Kesiakoff y Mollema. Será difícil sacarlos de donde están. Después, Bruyneel tendrá que decidir si apuesta por Zubeldia o Brajkovic (uno "el futuro", otro "el local").

¿Y Bruseghin? ¿Y Froome? ¿Y Cobo? Faltan muchos finales en alto (el miércoles la Manzaneda). Esta vuelta se pone cada vez más abierta y más espectacular.

Exhibición de Wiggins en la Covatilla y Mollema líder.

Wiggins era una incógnita. Por su desgraciada caída, había sido una incógnita sin desvelar en el Tour,. Se lo veía muy bien, con sus seis kilos menos, con sus entrenamientos en sauna para perder peso y adecuarse a el calor, con su extraño físico de corredor de pista convertido en escalador, una especie de fideo de un metro noventa. Había hecho una exclente Dauphiné, aguantando, en los puertos alpinos, la rueda de los mejores, aguantando y aguantando, sin embargo todos dudaban de él, de su rendimiento en una gran vuelta como favorito (y seguirán dudando hasta que no se termine esta). Ayer, subiendo la estación de esquí de la Covatilla, una montaña pelada donde el viento causa estragos (y hace pensar en el Ventoux), la incógnita se desveló.

El Katusha de Purito Rodríguez había hecho todo el gasto pensando en que su líder pudiera sacar nuevas ventajas que lo dejaran mejor posicionado para la crono de hoy. Pero al llegar a pie de puerto, ya practicamente no le quedaban hombres y, cuando empezaron las hostilidades serias, ni siquiera Dani Moreno aguantó junto a él (aunque al final lo recogió y protegió un poco del viento). El primero serio en probarlo fue Scarponi, Van den Broeck (muy fino) salió a su rueda. La escapada no prosperó y en el grupo cabecero apareció una figura que se fue haciendo cada vez más grande a medida que pasaban los kilómetros y él, sin pedir relevos, se marcó una cronoescalada impresionante llevando a su jefe de filas, Wiggins, hasta el momento de hacer su trabajo. Se trataba de Christopher Froome. Muchos lo intentaron, Dani Martin, Mikel Nieve, Nibali, el mismo Van den Broeck, pero la locomotora Froome no dejaba que nadie se fuera e iba haciendo estrágos en los que no andaban finos (por ejemplo, Purito Rodríguez). Al final, Wiggins prendió el motor y se fue para arriba, mirando al frente y sin exigir nada a nadie, llevando a su rueda a Mollema, Dani Martin y Nibali. Brutal, incógnita despejada: Wiggins está muy fuerte, a ver qué hace hoy en su terreno, contra el cronómetro (algo me dice que va a hacer destrozos).

Al final, Martin que se había cuidado en los últimos kilómetros dio el zarpazo y se quedó con la etapa al tiempo que Mollema se vestía de rojo (ya es el quinto líder diferente). Una etapa de lujo, quizás la mejor hasta ahora de esta vuelta, aunque vienen siendo todas buenas.

¡Qué lindo final!

La llegada a San Lorenzo del Escorial me encantó. Parecía una clásica, mucha intensidad (como vienen siendo todas las etapas de la vuelta), mucho movimiento en los kilómetros previos a la llegada y una rampa final demoledora de un 22%.

Era una etapa diseñada para un corredor como Purito Rodríguez, y éste no descepcionó. Atacó cuando tenía que atacar, ganó su segunda etapa de esta vuelta, se vistió de líder y metió algunos segundos a otros favoritos como Nibali o Wiggins.

Etapa que recordaré.

Kittel sorprende, y no tanto.

No estaban ni Cavendish ni Goss y, por lo tanto, no parecía preverse ese claro trabajo del HTC que conduce el sprint "sin sobresaltos" hacia la meta (por más que yo confiaba en una demostración de Degenkolb) y, por lo tanto, se olfateaba una llegada entreverada. Las apuestas iban a Farrar, sin embargo su equipo no se movió como para que llegase lo más cómodo posible al final. Sorpresivamente, fue uno de los invitados, el Skil-Shimano, el que hizo el trabajo más serio en los últimos kilómetros. Con la llegada masiva desatada, el joven Kittel (que viene de ganar ¡4 etapas! en la vuelta a Polonia), arrancó primero y pareció que se había apresurado un poco pero resultó que había arrancado en el momento justo. Lo seguían Freire, Benatti y Sagan. Todos los demás quedaron enredados en la caída que propició, justamente, Tyler Farrar, y de cuyas consecuencias todavía no se saben las últimas noticias. Cayeron muchos, entre ellos varios favoritos, habrá que ver mañana si salen todos.

Chavanel sigue líder.

Exhibición del Liquigas y la esperada victoria de Sagan.

Miren bien esta foto porque es muy difícil de ver (por lo menos en una gran carrera). Son tres (en realidad eran cuatro, hay uno que no se ve en la foto) corredores de un mismo equipo (y un colado) llegando juntos con diferencias sobre el resto del pelotón, y atención, no es uno de esos equipos con corredores que no tienen ninguna chance en la general, se trata del equipo del último ganador, de hecho, ahí va él, a la izquierda, atrás de Lastras (el colado), Vincenzo Nibali.

¿Cómo se produjo este fenómeno? En la bajada de un puerto de tercera categoría apretaron el acelerador y se cortaron. ¡¡¡¿Cómo?!!! Se cortaron bajando, igual que lo intentó Nibali en el Giro, igual que Contador y Sánchez en el tour, arriesgaron muchísimo y ganaron (Purito Rodrgíguez y otros han declarado que daba miedo la velocidad a la que bajaban).

Fue una etapa excelente, con emociones intensas, como vienen siendo en general las de esta vuelta a España. Al final ganó Peter Sagan, ese prodigio del ciclismo que llegó el año pasado de la bici de montaña (fue campeón mundial con 17 años y no es por lo tanto extraño ver lo bien que baja), tiene 21 años y ya ganó etapas en la Pariz-Nisa, Vuelta a California, Romandía, Cerdeña y Suiza. Es su primera victoria en una grande ¡CON 21 AÑOS! Así que....

¡Qué buena Vuelta a España me están regalando estas vacaciones! Que siga así.

Al Katusha le sobra energía.

Ayer Dani Moreno le arrancó las pegatinas a Sorensen para ganar en Sierra Nevada y hoy llevó a Purito Rodríguez hasta lo más alto del muro de Valdepeñas (¡27%!), quebrando incluso a Nibali que salió a su rueda y no aguantó, en una demostración de fuerzas que le dio la etapa al catalán.

La sensación que dieron los del equipo ruso, que en buena parte de la etapa de hoy estuvieron tirando del pelotón a gran ritmo (relevados solamente por el Liquigas en el ascenso), fue de una enorme potencia. Si Purito y sus compañeros (Moreno, Horrach o Karpets entre otros) siguen así y en la crono logra minimizar las pérdidas, quién sabe hasta dónde puede llegar. Por lo pronto hoy, aunque es cierto que era un final a la medida de sus características, le sacó segundos a todos.

Otro día desastroso para Antón que se quedaba en un puerto de segunda.

Bien Scarponi y Van den Broeck, callados pero ahí.

Nibali trató de seguir y lo pagó con tres o cuatro segundos, lo cual no es nada pero dice mucho pensando en puertos más complicados.

Wiggins pasó con nota una de las etapas más difíciles para él. Se ve que tiene ganas y va a sufrir hasta el final.

La noticia es que Chavanel sigue de líder. Otro experto en sufrimiento.

Los que aguantan y los que ceden.

Esa frase hecha del ciclismo, de primera semana de gran vuelta, que dice "hoy no se puede ganar pero se puede perder" parece haber encarnado ayer en Igor Antón, uno de los grandes favoritos, para mí el principal (lo cual viene a demostrar lo poco que sé de ciclismo). Estaba claro que tener un final en alto con un puerto de primera categoría ya en la cuarta etapa, cuando la mayoría de los candidatos no saben bien todavía para qué están, iba a hacer daño, pero yo nunca pensé que el más afectado fuese el vizcaíno.

Primero fue el Rabobank, que hizo una aproximación fuerte al puerto de Sierra Nevada y después lo empezó con todo, reduciendo sustancialmente la ventaja de los escapados (no se ve muy bien para quién trabajaban pero se agradece la dureza). Cuando faltaban poco más de 15 Km, y viendo que a Antón le costaba aguantar el ritmo no demasiado duro del pelotón principal (del cual ya se habían descolgado muchos ciclistas), Purito Rodríguez puso a tirar a Karpets, cosa que tampoco causó demasiado daño. Entonces movió ficha el Liquigas con Eros Capecchi, quien sí hizo un poco más de daño descolgando definitivamente al hombre del Eskaltel. Sin embargo, Nibali, en un comportamiento extraño que ya se le había visto en el Giro, se acercó a él y lo mandó parar, aunque se veía que el último ganador de la vuelta estaba muy bien. Tan bien que lo intentó en un ataque de dos pesos que fue rápidamente conjurado. En ese momento saltó Sorensen (el mismo que en el tour daba vergüenza y que me hace dudar de si no habrá pagado algún favor a sus antiguos compañeros Schleck) y lo hizo en serio, dejando de rueda a Kiserlowski que se había ido con él y alcanzando y superando a los escapados sin levantarse de su asiento, con ese estilo tan característico suyo que es un compendio de morisquetas. Pero entonces atacó Dani Moreno, a quien se ve que le sobraban las energías, y consiguió una magnífica victoria esprintándole a Sorensen a unos 300 metros del final.

A pesar del intenso calor (36 grados):
Wiggins aguantó bien.
Van den Broeck aguantó bien.
Nibali se mostró sobrado.
Scarponi aguantó en las sombras.
Purito Rodríguez aguantó sin mostrarse demasiado (ya había dicho que este puerto no era para él).

Antón perdió un 1'20", algo que me parece muy difícil que pueda recuperar por más Anglirús que le pongan, teniendo en cuenta su debilidad en la CRI. Una lástima porque yo le tenía fe.

EN RESUMEN: ¡CUATRO ETAPAS, CUATRO LÍDERES DISTINTOS!
Y hoy podría haber uno nuevo.
Movidita la cosa.

(En las primeras de cambio abandonó Cavendish que creo que vino a comer paella).

La Vuelta, la revancha.

Con seguridad no será por llevarse el horroroso trofeo diseñado por Ágatha Ruiz de la Prada (que vemos en la fotografía) que la vuelta a España, que comienza en un rato con una crono por equipos, tiene una de las más espectaculares convocatorias de los últimos tiempos. Más bien creo que es porque, para varios de los mejores ciclistas del mundo, representa una revancha. Vayamos viendo, una por una, las espinas que se podrían sacar los si ganan.

Nibali- el campeón del año pasado, tuvo un Giro bastante flojo para lo que se esperaba de él y, aunque logró el podio, quedó detrás del intratable Contador y de Scarponi. Aquí trae equipo como para repetir victoria.

Scarponi- Tendría que haber ganado el Giro si no se le hubiese cruzado en el camino la situación "Solomillo de Irún" que hacía prever que Contador no podría correr el Tour y, por eso, corrió en Italia. Hizo una muy buena carrera quedando segundo, primero entre los humanos.

Antón- El año pasado venía de rojo, y con grandes chances de llegar vestido de esa forma a Madrid, cuando se cayó y tuvo que abandonar. En el Giro se lo vio muy bien, ganando una de las etapas míticas y desde entonces, se ha preparado para esta competencia. Por otra parte, no sé si será porque las Orbea tienen motor (desde luego la mía no lo tiene), o porque están comprando el mismo solomillo que Contador comió el año pasado antes del Tourmalet, pero lo cierto es que el Euskaltel está para llevar a Antón hasta la victoria. Además, se vuelve al país vasco después de más de treinta años. Varias revanchas.

Rodríguez- La infeliz idea del Katyusha de ir al Tour con una plantilla enteramente rusa, lo dejó afuera. Pero hizo un muy buen Giro y una muy buena vuelta a Suiza. Desde entonces se ha preparado para esto y dice que está mejor que el año pasado (cuando la crono lo alejó muchísimo de la victoria). Este año hay una crono de 47 kilómetros. "Veremos a ver" como dicen acá.

Wiggins- Se preparó de un modo muy especial para el tour y se cayó muy desafortunadamente. Ahora dice que no ha podido entrenar mucho pero que se siente bien. Yo creo que tiene muchas chances de ganar. Hay que ver cómo le pega el Anglirú y si puede descontar lo que pierda ahí en la crono.

Van den Broeck- Venía bien para el tour pero también se cayó. Su equipo está intratable (aunque no esté Gilbert). Puede sorprender a más de uno.

Sastre- Dice que se preparó para esto. Yo no lo vi demasiado bien en ninguna de las competencias que vi, pero bueno, tiene un curriculum que lo pone entre los que pueden andar adelante.

Menchov- En el mismo equipo de Sastre. Era un gran ciclista. Tiene un gran palmarés. Este año se lo vio muy mal. Podría recuperarse. Lo veo difícil. Cosas más difíciles se han visto.

Brajkovic- Otro de los que cayó mal en el Tour. Bruyneel dice que puede ganar (y ojo que también trae al "joven" Kloden que anda volando). Es de esos jóvenes que promete hace mucho. Habrá que ver si concreta (ya ganó la Dauphiné del año pasado, eso sí).

Yo creo que tendremos una gran Vuelta. El hecho de que Sierra Nevada esté en la primera semana, hace que ninguno de los favoritos tenga tiempo para esconderse y que las cosas se decanten rápidamente. Hay mucha montaña pero también hay una crono larga para igualar. Los ciclistas son bastante parejos y habrá, por lo tanto, una competencia mucho más igualada que la del tour. Y por si esto fuera poco, muchos de los mejores sprinters del mundo estarán preparándose para el mundial. HTC trae a Cavendish, Goss y Degenkolb. Freire estará, Cancellara también... En fin, que no se puede perder.

A mí me gustaría que ganara Antón. Pienso que Wiggins va a andar ahí. Obviamente que Niballi y Scarponi también. Purito, no sé, es una crono muy larga.

Un podio: Antón, Scarponi, Wiggins.

¿Quién gana hoy? HTC (o Sky o Rabobank o Radioshack).