lunes, 22 de febrero de 2010

Y entonces, bajando del monte al atardecer de un día de invierno y sol, frente a las aguas que trepaban al cielo, me amigué con Freddie Mercury.


El sábado hizo un día espléndido, con sol ininterrumpido y ese cielo celeste profundo que sólo se ve en invierno. Fuimos a Montjuïc, caminamos, comimos en el Gato Negro, subimos hasta esa fortaleza que, con mucha buena voluntad, aquí llaman “Castell” y desde donde puede verse toda la ciudad y el Mediterráneo, del Maresme al prat del Llobregat, bajamos a la fundación Joan Miró y al salir, cuando ya el sol abría la ventana de la noche, descendiendo la imponente escalera del Museo Nacional de Arte de Catalunya, vimos las aguas de la “Fuente Mágica”, que está a los pies del monte, comenzar su elegante danza iluminada al son de un vals vienés. Estuvimos observando este espectáculo hasta que el frío nos hizo emprender la marcha rumbo a la plaza España. Pero justo al pasar a su lado, la fuente renació con una nueva canción, se trataba de aquella “Barcelona” que fue himno de los juegos olímpicos del 92 y que yo recordaba como algo grandilocuente y pretencioso. Sin embargo, ahí, en medio del turismo internacional, rodeado por las aguas que cambiaban de formas y colores, las voces de Freddie Mercury y Montserrat Caballé cobraban nuevos brillos e intensidades mayores. Pensé en Luis de Baviera escuchando a Wagner e imaginando su castillo de ensueño y, aunque pueda parecer tonto (y no sólo parecerlo), me emocioné. De repente, sorprendido, escuché desde otro lado toda aquella música que antes entendía como exagerada y ampulosa y la comprendí. Entonces, me amigué con las veleidades operáticas de Freddie Mercury, descanse en paz.

2 comentarios:

Papipol dijo...

no hay, ni hubo ni habra alguien como Freddie. Mi comentario es como su musica, exagerado, pero conlleva la admiracion de una generacion que vivio a Queen como un compañero mas.
Es imposible que Queen le guste a todo el mundo, hizo muchas cosas variadas y para todos los gustos, pero su decada del 70 fue maravillosa.

Saludos desde el sur.

nicolás dijo...

yo no soy un gran admirador, ni mucho menos, de la música de queen, pero reconozco su enorme importancia para la música popular, sobre todo de los setentas. y tienen canciones que me gustan mucho.

de todos modos, creo que hay que fanatizarse por las cosas y hay que ser exagerado en los comentarios.
gracias por el tuyo.
saludos desde el mediterráneo.