jueves, 28 de enero de 2010

yeah!

Según el encargado del baño del bar-bar, este fue el diálogo que se produjo entre Salvador Cabañas y su asesino.

"¿Qué pasó Cabañas?" "¿Qué onda con los goles para que el América sea Campeón?" dijo el agresor ni bien vio entrar al goleador.

"¿Y tú quién eres?", respondió el jugador.

"El hijo de la chingada que te va a partir tu madre"

Entonces, sacó una pistola calibre 22 y le apuntó.

"Tírale, tírale si tienes muchos huevos" fue lo último que se le oyó decir al paraguayo.

4 comentarios:

Papipol dijo...

Increible. Sencillamente increible. Harry el Sucio a la mexicana.

Estan todos muy locos. Recuerdo a Escobar, que lo mataron en Colombia luego de su gol en contra el el mundial 94.

Una pena, por lo estupido de la accion, porque era un gran jugador y por ese sabor amargo que te queda porque te das cuenta de que cualquier idiota que se fuma un porro o aspira pegamento es es verdadero dueño de tu vida.

Saludos desde el sur...

nicolás dijo...

sí, muy fuerte. a mí también me encantaba cabañas, un jugador que hablaba sólo en la cancha, donde tienen que hablar los futbolistas.

tuve la suerte de verlo algunas veces en vivo en el mítico estadio azteca y su presencia imponía. era un tanque muy difícil de marcar. tenía una técnica con el balón en los pies que parecía no concordar con su estructura física, era muy elegante a su manera, era un placer verlo jugar cuando estaba inspirado.

saludos desde el norte.

Anónimo dijo...

qq dijo...
Esa es la versión 'oficial'. Fuentes cercanas al tema me contaron que en realidad hay otros temas más turbios que tienen que ver con el ambiente pesado alrededor de los futbolistas. Es más, a Cabañas lo sacaron del país de urgencia y sorpresivamente porque los médicos que lo trataban estaban siendo amenazados por gente que no quería que el jugador sanara. Por eso la famosa 'declaración' nunca fue ni será. El JJ es sólo un eslabón de la cadena que tiene a la Barbie, los Leyva, el chapo, etc.

nicolás dijo...

me imaginé algo así. pero siempre pensé en un asunto de faldas, con cabañas metiéndose con la persona equivocada y, por supuesto, algún narco de por medio.
qué triste todo...
en fin.