Anoche soñé que estaba en un plano de Mies Van Der Rohe. Solo. Desperté confuso. En la oscuridad, trataba de ubicarme y no lograba entender qué estaba pasando. Me llevó mucho rato saber que me encontraba en mi cuarto y que me dolía mucho la garganta. Antes de eso, fluctuaba en una estructura tridimensional pero con las características cuadriculadas de un plano arquitectónico que yo sabía, íntimamente, era de Mies. Como si fuese el último hombrecito viviente en un archivo de Autocad.
El único edificio reconocible que me parece recordar es la Seagrams Tower, obra por la que siento profunda admiración. Puede que, en el sueño, yo estuviera ubicado en la explanada de Park Avenue, entre los dos estanques, y puede también, pero ya no sé, que llegase a ver, en frente, el magnífico edificio que Bunshaft hizo para Lever. Tal vez se deba a estos edificios la sensación de estar en una especie de retícula.
Esta mañana, buscando otra cosa en internet, me encontré con esta foto de la famosa casa Farnsworth. Nunca la había visto en la nieve. Es digna de un sueño. Como dijo el propio Mies: "Dios está en los detalles."
Hubiera preferido estar ahí.
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