me quedé pensando en la oración del post de ayer: “pierre michon es el mejor escritor vivo que se puede leer”. y me quedé pensando en esa necesidad que tienen, que tenemos, muchos seres humanos de decretar un ranking en el que haya un número uno absoluto. un deseo tan infantil, tan inocente, tan cándido, que empieza por ser enternecedor pero puede terminar siendo insoportable.
messi es el mejor jugador del mundo. PUM
cristinao Ronaldo es el mejor de Europa. PUM
maradona es el mejor de todos los tiempos (aquí la cosa se vuelve aún más ridícula, el hecho de pensar en que exista alguien que es el mejor en algo para siempre es de una puerilidad rayana en la oligofrenia). PUM
paul auster es el mejor novelista de estados unidos. PUM
son aceveraciones tan deportivas como sus protagonistas más frecuentes y más masculinas que femeninas. las mujeres, en general, se aburren llegado este punto de la cena, y hacen silencio o hablan, demostrando su superioridad, de otra cosa. en efecto, estas búsquedas de absoluto, estas coronaciones ampulosas, parecen, en casi todas las especies, inherentes al macho; juicios tan categóricos generan, la mayoría de las veces, el antagonismo; un combate en el que los contendores toman una bandera y la lucha ya no es del héroe que defienden, se traspasa a ellos, a sus gustos, a su yo, es SU lucha contra el OTRO. ¿Pelé o Maradona? ¿Troilo o piazzola? ¿Hemingway o Faulkner? ¿Borges o Borges? ¿Sampras o Agazzi? ¿Spits o Phelps? ¿Jordan o Lebron James? Siempre querrá decir: ¿quién es mejor, tú o yo?
pero pasa que, incluso en los deportes donde se puede establecer claramente a un ganador en un momento determinado y mundial, la cuestión sería discutible. por ejemplo, en la época en que Lance Armstrong ganaba Tours de France como si fueran descuentos de fin de temporada, se podía dudar si era el mejor ciclista del mundo: nunca ganó un giro, nunca una vuelta a españa, nunca una medalla olímpica, lo amparaba el mejor equipo… en fin, la lista es larga y certera. en arte, donde también se dan estos debates, resultan tan estúpidos que no vale la pena hablar de ello.
¿de dónde viene esa necesidad? me preguntaba. supongo que sale de los patios de recreo de las escuelas y pasa a las esquinas del barrio y después a los bares. son enunciados que pueden pertenecer a un niño, a un borracho o a un loco; es decir a la pasión sin freno, a la sinrazón. nadie en su sano juicio puede pensar que alguien es el mejor del mundo en una actividad. lo decimos y a los diez segundos nos damos cuenta de que es una tontería, sirve para discutir un rato y matar el tiempo, pero es una tontería.
sin embargo, hay gente que se lo toma muy en serio, lo que es peor, hay naciones enteras que se lo toman en serio. lo he visto y sentido en países grandes, en tamaño, la mayoría de las veces: brasil, estados unidos, méxico (chile es una excepción, porque ni siquiera es tan grande en tamaño). hay un país, de los que yo conozco, que es el mejor del mundo en este territorio. “El gran pueblo argentino”, como se pregona ya desde su himno nacional, parece tener la necesidad de poseer al mejor del mundo. lo han tenido en un sinfín de actividades pero es en el fútbol, sin dudas, donde más destacan. Por ejemplo, desde el retiro de maradona, cuántos mejores jugadores del mundo y sucesores de “D10S” hemos tenido: saviola, aimar, riquelme, tevez, messi, agüero, el hijo de agüero y los que aún no han nacido pero ya son los mejores del mundo.
ésta, la nacional, es una variable todavía más tonta, lo que esconde, supongo, quien la sostiene es el deseo de que, por el azaroso hecho de haber nacido en una misma demarcación política de la geografía planetaria, las virtudes de esa persona que nació también ahí, se le traspasen, le pertenezcan. noten que hay una diferencia entre decir que una persona es la mejor del mundo y apoyar a una selección nacional celebrando un triunfo en la final de un mundial de fútbol, por ejemplo. eso es otra cosa, es una competencia con reglas claras y estrategias racionales y no una discusión de borrachos. ¿acaso alguien, que estuviese sobrio, podría afirmar categóricamente que italia es el mejor equipo del mundo porque le ganó a francia la final? pongo por caso el deportivo por ser el más sencillo y obvio.
yo, que siempre he sido y sigo siendo un gran polemizador, que en los ochenta prefería ver a platini que a maradona, que disfrutaba cuando zidane le ganaba a ronaldinho, que para mi equipo me quedo toda la vida y sin dudarlo ni un segundo con iniesta antes que con messi (aunque si están los dos mucho mejor), he participado muchas veces en ese tipo de discusiones. hoy, con más años, sólo me agarran cuando he tomado una copa de más y a veces ni siquiera; parecería haber crecido para darme cuenta de que disfruto de la misma manera y con la misma intensidad a lennon que a mcCartney, o mejor dicho, hay días que prefiero leer a neruda y otros que prefiero leer a parra.
¿o será que la pasión ha muerto?
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