Otra vez Sagan, el de 21 años.

En Pontevedra, en uno de los pocos sprints masivos que ha habido en esta vuelta (recuerdo otro en el que ganó Sutton y nada más, aunque es cierto que hubo otro, el que ganó Kittel, que no llegó a ser puro por la caída de Frarrar y medio pelotón), Sagan se impuso con autoridad, una autoridad muy joven, como de 21 años.

Hasta que los escapados fueron atrapados, faltando unos diez kilómetros para la meta, fue la típica etapa de transición en la que no pasa nada, con tiempo para apreciar los bonitos paisajes de la costa gallega. Después, varios equipos intentaron llevar a sus esprinters pero el más claro fue el Leopard (Bennati). Había intentos del HTC (Degenkolb) pero muy débiles. El lampre (Petacchi) lo probaba pero sin convicción. Al final Cancellara puso el último punto de fuerza para que su corredor llegara a la victoria con comodidad, pero se retiró demasiado pronto.

Tanto Degenkolb como Sagan, que habían venido buscándose la vida en solitario, lograron agarrarse bien a las ruedas del Leopard y saltaron en el momento justo para superar claramente al italiano que sólo pudo dejarse ir, como puede verse en la foto. Se trata de la próxima generación de ganadores de etapa, son nombres que escucharemos bastante a menudo, seguramente: Sagan (que, con esta, suma su segunda victoria de esta vuelta) tiene 21 años y Degenkolb 22. El caso de Sagan es el de un ciclista tan talentoso que da la impresión que podría perfilarse en el rubro que quisiera y, por lo tanto, es bastante probable que termine siendo un gran clasicómano. En tanto que Degenkolb tiene un claro perfil de esprinter.

Por lo demás, Wiggins sigue de líder y este fin de semana, en Asturias, se define la vuelta según afirman todos. Sobrará entonces la próxima semana. Veremos.