Visto lo visto, muchos se preguntarán: ¿peroooo, éste de dónde sale? ¿Cómo hace para realizar esa magnífica doble exhibición: el sábado en la Farrapona, entrando segundo detrás de Taramae (con 20" de diferencia sobre Wiggins más la bonificación), y el domingo en un ascenso alucinante al Angliru, sacando 48 segundos al que venía detrás y 1'22" al líder de la general?
¿Cómo hace? Bueno, tampoco es un ciclista tan desconocido. Recordemos: Cobo formaba parte de aquel glorioso Saunier-Duval (que es la misma estructura que la del GEOX) que maravilló a todo el mundo en el Tour 2008. Primero por las tres victorias: dos de Riccò (Super-Besse y Bagnères-de-Bigorre) y una de Piepoli en Hautacam. Segundo por la expulsión de Riccò en ese mismo Tour y la posterior sanción a Piepoli.
Aquel día, el de la gesta en Hautacam, eran tres los escapados del Saunier que iban abriendo distancias con el resto, Piepoli, un tal Frank Schleck y Juan José Cobo. Finalmente, Schleck cedió y llegaron a meta juntos Piepoli y Cobo. Con lo cual, tras la sanción al italiano, esa etapa ha sido adjudicada al cántabro. Una gesta comparable, aquélla, con la que vimos ayer en el Angliru. Donde él solito, en unas rampas que llegan hasta el 23% (he hablado con gente que lo hizo y dicen que es un puerto inhumano, y eso es lo que parece por la tele), fue abriendo ventajas, durante unos siete kilómetros, sobre todos los demás, y fundamentalmente sobre grupo Wiggins (quien finalmente cedió) en donde venía otro GEOX, Denis Menchov, el imperial Froome y Poels.
Ahora bien, cualquier persona razonable se extrañaría de que un ciclista que en el 2010 no hizo nada y en el 2011 tampoco, llegue un fin de semana a Asturias y se despache con este tipo de exhibiciones (un ciclista que, además, en junio de este mismo año le había comunicado a su director de equipo la intención de dejar el ciclismo. Algo le habrá dicho éste, Joxean Fernández "Matxin", para convencerlo de que siguiera). Pero bueno, es español y esto es España, y parece que este año tendremos a otro Mosquera.
Ahora tiene la vuelta en el bolsillo, es muy difícil que Wiggins o el sorprendente Froome (otro que genera admiración), puedan quitársela y todo parece indicar que a esta competición le sobrará una semana.
Y mirén que uno se esfuerza por creer en el ciclismo, pero hay cosas que son realmente increíbles.
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