lunes, 23 de mayo de 2011

Adeu Xavi Tondo (2).


(Extraído de un mail que recibí hoy de la cadena del Club Ciclista Gracia y que pinta bastante bien a Xavi Tondo, el remitente es Carlos Arnal)

"Siempre que alguien se nos va se ensalzan sus virtudes, sus cosas buenas.... pero en el caso de Xavi estoy convencido que todos los que compartían su vida de forma cercana lo estarán llorando con verdadero sentimiento. Por poco que le conocieces, sabías que era una persona muy querida porque se hacía querer.

A raíz de unas charlas organizadas en 2006 por la UC Sant Cugat en las que Xavi era uno de los ponentes, muchos aficionados tuvimos la oportunidad de conocerle e incluso hacer algunos kilómetros en su compañía. Su carácter abierto, jovial, siempre con la sonrisa en la boca, campechano, sin ninguna ansia de protagonismo, humilde hasta la saciedad cautivó a todos lo que le conocimos valorando de él la gran persona que encerraba.

Sin ningún rubor nos confesó que llegar a profesional había sido muy duro y aun y así se había visto obligado a trabajar en una fábrica durante el invierno dado que su ficha inicial no era lo suficientemente sustancial para permitirle vivir exclusivamente de la bicicleta.

Pero esto cambió. Tenía calidad. Esa calidad física que solamente tienen los grandes campeones. Sus éxitos con el Andalucia Cajasur le permitieron fichar por Cervelo y este último año por el Movistar. Su gran sueño se iba a hacer realidad: correr el Tour. Pero este sueño se ha truncado por un desgraciado accidente.

Este era su año, el año en que lo hubieramos visto subir Plateau de Beille, Alpe d'Huez y llegar entre los diez primeros a los Campos Eliseos.

Vivía en Olot y como buen aficionado, siempre que podía, corría la Remenses. Recuerdo que en una de mis participaciones yo subía Bracons junto con un compañero cuando se nos cruzó. Había subido con el pelotón de cabeza y al llegar a la cima se dió media vuelta. Mi compañero lo reconoció y así me lo hizo saber. Cual fue nuestra sorpresa cuando al poco se puso a nuestra altura y nos saludó. En plena bajada, entre cientos de corredores, nos había reconocido. Y sin ningún tipo de reparo, había dado media vuelta en una de las partes mas duras, simplemente para decirnos hola. Para saludar a unos simples conocidos aficionados.
Recuerdo que bromeamos sobre las pulsaciones:
  • yo voy a 170 ¿cuantas te marca a ti el pulsometro?
  • Mejor no te las digo – me respondió.
  • Si, mejor no me las digas porque me bajo y me voy a casa, le respondí. Aunque tu te has dado media vuelta ¿tanto te ha fundido el ritmo de los de cabeza que no puedes hacer la larga?
Y entre risas nos comentó que tenía que volver pronto a casa por un compromiso.
Creo que todos coincideremos en pensar que este detalle honra el tipo de persona que era.

Xavi se confesaba un amante de la bicicleta. Le gustaba pedalear por el placer de hacerlo. Pero también era un gran entendido en materiales, mecánica, componentes y todo eso que a algunos como yo, nos da mas o menos lo mismo o que no nos consideramos sibaritas del material. En más de una ocasión le escuché decir que después de retirarse, seguiría saliendo y pedaleando sin importarle que nadie le pagase por hacerlo.

No hay comentarios: