Me equivoqué, no fue un partido tan cerrado como esperaba y el que lo rompió no fue Messi (que estuvo desaparecido y, si desequilibró, lo hizo para el otro lado, perdiendo las dos pelotas que generaron los goles del segundo tiempo, una de ellas después de sufrir una clara falta que el arbitro no pitó), sino otro argentino, de nombre Milito, con un partido exuberante. Mourinho lo planteó mejor o su equipo le respondió más, lo mismo da, eso más un arbitraje con cierta desigualdad de criterios, hacen que esta eliminatoria esté casi sentenciada.
Me gusta mucho utilizar el lenguaje de los periodistas deportivos. "Mourinho con un pie y medio en el Bernabeu". La semana que viene tendrá los dos. Lo que no me gusta tanto es que el año que viene, seguramente tendrá también la cabeza en el Bernabeu, y habrá que soportarlo.
Por cierto, ¿cómo se pone un pie y medio en un sitio? ¿La punta o el talón?
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