Hace algunos años que, cada vez que empieza el tour, se cuenta al australiano Cadel Evans entre los posibles ganadores. Casi todos sabemos que, en realidad, no tendrá demasiadas chances, pero dos segundos puestos y un cuarto, lo ponen ahí. El año pasado, "decepcionó" muchísimo al quedar en la trigésima posición, muy lejos de los grupos en los que se escribía la historia.
Sin embargo, hacia el final del año se llevó el mundial de ruta, por lo cual lo veremos este año con la malla blanca que lo certifica. Y ayer arruinó la fiesta que los españoles se habían preparado en la Flecha-Valona. Se podría decir que le sacó a Alberto Contador un triunfo que ya veía en su palmarés. Un Contador que movió inteligentemente las fichas, superando las buenas salidas anticipadas de los Schleck, y dando el zarpazo cerca del final en el temible Muro de Huy, logrando una buena selección y encaminándose hacia la meta como líder. Evans no sólo le aguantó la rueda sino que le quedaron energías para, a falta de pocos metros, dar una estocada, irse e incluso aguantar el último esfuerzo de Joaquim Rodríguez (un ciclista que hay que mirar con mucho cuidado, sobre todo con miras al giro, donde dice que pretende llevarse una etapa y estar arriba en la general, por lo pronto ya está de líder del ranking de la UCI).
Entonces, resumiendo, que dice Evans que sí, que seguramente no ganará el tour, pero que por las dudas lo tengan en cuenta, o por lo menos que no se olviden de él. Yo digo que será lindo sumarlo a los pocos que anden peleando con los Schleck y Contador en las rampas de los Pirineos y los Alpes.
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