viernes, 18 de febrero de 2011

El voluntarista cocacolero que se choca contra el idioma.



Más allá de ser un mensaje tan voluntarista que da asco (porque parece presuponer que todos los seres humanos somos tan imbéciles como el que hizo el anuncio y, lo que es peor, tal vez tenga razón), hay una cosa que me llama la atención de este comercial de Coca-cola: su conclusión parece desatinada (o por lo menos genera alguna duda).

Dice:
"Por cada arma que se vende en el mundo...
20.000 presonas comparten una Coca-cola."

Primero: A pesar de la terrible crisis que vivimos, me parece difícil creer que 20.000 personas compartan UNA Coca-cola. Pero si así fuera: ¿Cómo hacen? ¿Con un cuenta gotas? ¿Cuánto le toca a cada una? ¿Cuántos litros tiene el envase de ESA Coca-cola?

Segundo: no queda claro lo que están haciendo esas 20.000 personas: ¿brindan porque se ha vendido el arma? ¿Lo celebran?

Otra cosa, ¿qué es eso de "basado en un estudio sobre la situación actual del mundo"? ¿No es la oración más estúpida e insignificante que se pueda escribir? ¿No era mejor cuando la publicidad sólo era publicidad y no trataba de ser una filosofía que ayuda a sanar los males de la humanidad?

2 comentarios:

Marie dijo...

por no hablar de la antinomia científico (hombre, seguro) vs mamá haciendo una torta

qué idiotez

nicolás dijo...

jaja, es cierto.
es que, mientras papá trabaja en el laboratorio, mamá hace una torta para el nene.