miércoles, 29 de octubre de 2008

obama

es sin dudas sorprendente el poder que tienen los estadounidenses para generar héroes casi con la misma efectividad con la que generan odio. a menos de una semana de las elecciones, y sumidos en una de las crisis más importantes de la historia, la figura de barak obama acapara todos los residuos de esperanza. emergen los bonitos actores de hollywood, los perfectos deportistas, los músicos y los "intelectuales" de cierta fama hablando bien de él como un carnaval de lo políticamente correcto. es el salvador, el mesías, "el cambio". ¡oh, qué suerte que tenemos de que exista obama!

sin embargo, es bastante obvio que para el resto del mundo, y en gran medida para los nacionales de ese país también, sería más o menos lo mismo que ganara cualquiera de los dos. tal vez la única diferencia sea que la victoria de obama significa, aunque no creo que a él le preocupe mucho, una derrota para bush hijo, y eso a todos nos alegraría. en este panorama, yo me voy a permitir citar a uno de los pensadores más importantes de la izquierda estadounidense, Mike Davis.

"Vale la pena preguntar, por ejemplo: ¿qué cosa, en la sustancia real de su agenda de política exterior, diferencia al candidato demócrata del legado radiactivo de la doctrina Bush? Cierto, dice que cerraría Guantánamo, hablaría con los iraníes y cautivaría corazones en Europa. También promete renovar la guerra global al terror (en gran medida como Bush padre y Clinton sostuvieron las políticas esenciales del reaganismo, aunque con “rostro más humano”).

En caso de que alguien se haya perdido los debates, permítaseme recordarles que el candidato demócrata se ha encadenado, aunque venga el diluvio, a una estrategia global en la que la “victoria” en Medio Oriente (y Asia central) sigue siendo la premisa principal de la política exterior, solamente que la soberbia de construcción de naciones al estilo iraquí de Dick Cheney y Paul Wolfowitz se presenta con la nueva envoltura de una fe “realista” en la “estabilización” global.

Cierto, la enormidad de la crisis económica podría orillar al presidente Obama a renegar de algunas de las vibrantes promesas del candidato Obama referentes a apoyar un estúpido sistema de defensa misilística o una provocadora afiliación de Georgia y Ucrania a la OTAN. Sin embargo, como subraya en casi todo discurso y en cada debate, derrotar al talibán y a Al Qaeda, junto con una robusta defensa de Israel, constituye la piedra angular de su agenda de política exterior.

Bajo fuerte presión de los republicanos y de los demócratas de derecha para recortar el presupuesto y reducir el incremento exponencial de la deuda nacional, ¿qué elecciones se verá forzado a hacer el presidente Obama a principios de su gobierno? Lo más seguro es que la atención integral a la salud se reduzca a un plan austero, la “energía alternativa” no signifique más que el fraude del “carbón limpio” y que cualquier dinero que permanezca en el Tesoro, una vez que Wall Street concluya su escalada de saqueos, sirva para comprar bombas con las cuales pulverizar más aldeas de pastunes y procurarnos aún más generaciones de mujaidines y jihadistas enardecidos.

¿Me estoy pasando de cínico? Tal vez, pero viví los años de Lyndon Johnson y observé cómo la Guerra a la Pobreza, el último auténtico programa del Nuevo Trato, era destruido para subsidiar la carnicería en Vietnam.

Es una amarga ironía, pero supongo que se puede predecir, con base en la historia, que una campaña presidencial que millones de votantes han apoyado por su promesa de poner fin a la guerra en Irak se ha hipotecado ahora en una intensificación “más dura que McCain” de un conflicto sin sentido en Afganistán y en la frontera con Pakistán. En el mejor de los desenlaces, los demócratas sencillamente cambiarán una guerra brutal y perdida por otra. En el peor, sus políticas fracasadas pondrán el escenario para el retorno de Cheney y Rove, o de avatares suyos aún más siniestros."

es bueno tenerlo en cuenta, no para perder las esperanzas, porque eso es lo último, sino para ponerlas en lugares que valgan más la pena. es que son tan escasas...

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