la palabra "democracia", como tantas otras en nuestro sistema de signos, ha sido vaciada de contenido por un uso desmedido e inapropiado. la palabra "democracia" es, de hecho, uno de los ejemplos más claros del gasto que pueden sufrir las palabras. el verbo francés "user" es ideal para definir este deterioro, significa utilizar pero también gastar o estropear. en unas horas, con dos intervenciones en la ciudad de méxico, el sistema de represión demostró toda su eficacia y a la vez, al desnudarse, al no poder ocultar, como lo hace habitualmente, su acción, toda su ineficiencia. evidenció lo "usées" que están palabras como democracia y libertad.
1. marcha en conmemoración del 40 aniversario de la masacre de tlatelolco
agentes judiciales vestidos como civiles se infiltraron entre los manifestantes y capturaron a varios de ellos, sometiéndolos luego, mientras eran llevados detenidos, a golpes y torturas. esto probablemente ocurra todo el tiempo, pero al tomarlo las cámaras de televisión, el disfraz se desbarata. y más obvio es aún cuando los granaderos, como el lado visible de la acción represiva, cubren a su lado invisible exagerando la falsedad de lo expresado. ese escudo humano que eran los granaderos protegiendo a los judiciales ubicados detrás, hace evidente la máscara de la "democracia", un juego que tiene más sombras que luces. (consultado por un periodista sobre a qué organización pertenecían, uno de los judiciales respondió: "de la verga" y por si no había quedado claro, volvió a responder: "de la verga".)
es decir: "aquí, en democracia, tú te puedes expresar libremente. estos señores vestidos de azul y con escudos garantizan esa libertad." ese es el lado visible. "estos otros señores vestidos como tú, garantizan que tú no te puedas expresar." ese es el lado invisible que en esta ocasión se desenmascaró.
2.premio nacional de la juventud.
los jóvenes no suelen bailar al son de la música que les ponen, no les gusta, son inadecuados. y si no vean al presidente Felipe Calderón en la entrega del premio nacional de la juventud, en el palacio nacional. ahí lo tienen elogiando a la indígena eufrosina cruz porque defendió el derecho al voto, cuando uno de los premiados, desde el mismísimo templete, le grita: "¡Espurio!" qué horror. y luego, mientras el mandatario, habla de lo afortunados que somos porque vivimos en tiempos de libertad recordando los lamentables sucesos de tlatelolco, otro joven le grita: "¡No hay libertad! ¡No hay libertad!" qué horror. ahora vean por favor cómo, después de premiar a esos jóvenes y felicitarlos, elementos del estado mayor presidencial entran en escena y se los llevan detenidos sin cargos (consultado por un periodista el policía que se los llevaba respondió: "no recuerdo el cargo ahorita por el momento.")
es decir: "este señor de traje es el adalid de la democracia y la libertad de expresión. es su principal garante y defensor" ese es el lado visible. "estos señores que nunca se ven, que no tienen rostro son los principales garantes, para aquel otro señor de traje, de que tú no vas a expresarte libremente." ese es el lado invisible que en esta ocasión se desenmascaró.
atención, aquí no se está hablando de política ni de partidos políticos, ni de buenos o malos, aquí se habla de semiótica: del signo lingüístico. porque de hecho, queda claro en estos acontecimientos que no hay bien y mal, el primer evento señalado depende del gobierno del distrito federal, supuestamente de "izquierda" (ay, otra palabra complicada) y el segundo del gobierno federal, supuestamente "espurio". me acuerdo de la canción que cantaba la Bersuit Vergarabat en tiempos menemistas: "si esto no es una dictadura, ¿qué es? ¿qué es?".
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