viernes, 20 de marzo de 2009

águas de março, fim da canseira



un día descubrí que aquella melodía que tanto me gustaba no la había hecho coca-cola. no me acuerdo cómo fue ni cuándo, sé que estaba dejando de ser niño y recuerdo la impresión que me causó escuchar a ese antonio carlos jobim. mucho después, supe que había cobrado un millón de dólares y supe muchas otras cosas. pero en aquel entonces, para mí, que era mucho más fundamentalista que ahora, comprender que el arte se mezclaba de esa forma con la promoción de un producto, fue como ser desvirgado, perder la inocencia, empezar a entender que todo, todo, todo, puede arruinarse; de hecho, está siempre a un paso de corromperse. como cuando te dicen que los reyes son los padres, algo así.

indudablemente, aguas de março es una de esas canciones perfectas, no necesariamente "las mejores", no las que más escucharemos, no las que ponemos cuando estamos tristes, no; las que cuando las oímos entendemos íntimamente la alegría que debe haber llenado al compositor cuando encontró aquello y lo desarrolló. una obra "inspirada" que le dicen. y no es, por cierto, la única de jobim que está en ese club. yo la escuché por primera vez, en formato no publicitario claro está, en la versión del 74, del disco Tom & Elis, cantada por elis regina, esa chica del puerto alegre. sólo mucho después conocí la anterior, de "matita perê", una grabación que me gusta mucho más, justamente porque no tiene a regina haciéndose la graciosa al final.

quién sabe por qué, desde antes de ayer tengo esta canción sonando en la cabeza. seguramente porque es marzo y ahora, para mí, ya no se cierra el verano sino el invierno. y tal vez también porque puede ser el fim da canseira de tantos movimientos. lo cierto es que ahora que la escucho, con detenimiento y unos auriculares excelentes que me ha regalado ferran, me llama la atención cómo se siente la nariz de jobim expirando, dejando salir el aire de la perfección en nuestros oídos. como si ese dios que está en las cosas hermosas saliese a respirar sobre un micrófono un momento.

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