domingo, 30 de mayo de 2010

Un Herodoto hiperactivo y ansioso tomando anfetaminas.

En el palmarés de David Arroyo que aparece en el breve artículo de Wikipedia a él dedicado, ya consta su segundo puesto en el Giro de Italia 2010. Siempre impresiona esta ansiedad que tiene Wikipedia para fijar lo "histórico" (un poder que podría atribuírsele, quizás, a la web en general), como una especie de Herodoto hiperactivo tomando anfetaminas: no hace ni media hora que terminó la crono final de esta edición de la primera de las grandes vueltas del año en Verona, con un Coliseo romano como escenario espectacular.

A pesar de Wikipedia, probablemente no muchos recuerden este segundo escalón del podio dentro de, digamos, cuatro o cinco años (siendo generosos), y casi nadie sepa hoy quién es Arroyo, un escalador gregario del Caisse d'Epargne (escudero de Alejandro Valverde) cuya mayor hazaña hasta ahora había sido una etapa de la Vuelta a España (lo que no es poco, claro está). Sin embargo, para él, este ES sin dudas un hecho histórico, porque ha aprovechado casi al máximo (el máximo hubiese sido ganar) la ausencia del líder de equipo. Y para todos, creo, este debería ser un Giro para recordar.

Para recordar es la etapa con llegada en Asolo y triunfo de Nibali (otro que hay que tener presente en la memoria), en la que Arroyo se hizo de la Maglia Rosa ("los sueños se cumplen y en ocasiones, el mundo es rosa" declaró ese día)...

Para recordar es la manera en que la defendió durante cinco etapas; incluyendo la subida, y sobre todo la bajada, del viernes al Mortirolo, con el impresionante trabajo que realizaron los hombres del Liquigas en su contra, Basso a la cabeza, arrebatándosela para lucirla hasta el final...

Para recordar es la forma en que defendió también su segundo puesto, encajando la pérdida como un líder experimentado, en un paso de Gavia cubierto de nieve...

Para recordar serán muchas de las alternativas que ha tenido esta competencia en sus tres semanas, incluyendo la salida obligada de Pellizotti, pasaporte biológico de por medio...

Pero cuando todos se queden con este segundo triunfo de Ivan Basso (el líder que vuelve a ganar luego del largo destierro, los cuentos de sus entrenamientos solitarios durante los dos años de sanción, contra viento y marea, toda esa épica post-doping...), yo me quedaré con el gregario que casi triunfa y para el que un segundo puesto es más de lo que hubiese soñado. Es una buena historia para recordar.

2 comentarios:

Papipol dijo...

Creo que la verdad es que Arroyo nos compro a todos con su esfuerzo para llegar al podio. La subida al Mortirolo iba camino a ser decepcionante porque pense que aguantaria mas y pense que se dejaria 10 minutos, pero esa bajada superando a Evans, Sastre, Vinokurov, y compañia ha sido epica. Nadie podia creer como estaba alli, al comienzo de la ultima subida, a 40 segundos del trio puntero.

En fin, un Giro loco, con esa etapa increible en Aquila (creo) que dio vuelta todo e hizo que el aburrimiento que se presentia dada la ausencia de favoritos como Sastre entre los primeros diera lugar a una lucha sin cuartel para poder dar vuelta la historia.

Puede decirse que gano el mejor, limpio o no (hoy dijo que quiere el Tour tambien, en un arranque de ilusion), pero creo que se recordara durante mucho tiempo el valor de Arroyo y el aguante de Gadret y Porte, aguantando esperanzados en que Basso tenga su mal dia (como Wiggins)...

Saludos desde el sur

nicolás dijo...

es cierto, fue esa etapa demente, la que le dio vida a este giro que, de lo contrario, es muy probable que basso se hubiera metido en el bolsillo mucho antes.

en el tour no lo veo para nada.

saludos desde acá.