lunes, 31 de agosto de 2009

dice brodsky

en el discurso del nobel (1987)

"...es seguro que el poeta sabe siempre que aquello que comúnmente llamamos la voz de la Musa es en realidad un mandato de la lengua, sabe que no es la lengua la que le sirve de instrumento, sino que él es el medio del que la lengua se sirve para prolongar su existencia. Pues la lengua -incluso si nos la imaginamos como un ser vivo (idea que no puede ser más que justa)- es incapaz de una elección ética.

El hombre emprende la tarea de crear una poesía por razones diversas: para conquistar el corazón de un ser querido, para expresar su actitud hacia la realidad que lo rodea, sea ésta un paisaje o el gobierno, para plasmar el estado de ánimo en que se halla en aquel momento, o para dejar -como lo cree entonces- su rastro en la tierra. Recurre a esta forma -al verso- por consideraciones más bien de orden mimético e inconsciente: el negro coágulo vertical en medio de la hoja en blanco tal vez le recuera al poeta su situación en el mundo, la proporción entre el espacio y su cuerpo. Pero, independientemente de las consideraciones por las que toma la pluma y al margen del efecto que produce sobre el auditorio lo que sale de su pluma, por pequeño o grande que éste sea, la consecuencia inmediata de esta empresa es la sensación de haber entrado en contacto directo con la lengua, más exactamente, la sensación de caer al instante en manos de ella, de todo aquello que en ella se ha dicho, escito o creado."

(las negritas son mías)

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