domingo, 25 de mayo de 2008

la pulpera de santa lucía

de todos los géneros de música rioplatense que rondan al tango, tal vez sea el vals el que más llama. la gente escucha un vals y en seguida se prende, se engancha. curiosamente, no es el estilo más frecuentado ni el que más se recuerda cuando se habla de tangos. a mí de los pocos que hay me gustan casi todos, pero mi preferido es, sin dudas, "la pulpera de santa lucía" de blomberg y maciel, que, por supuesto, nadie nunca cantó como corsini.

yo se la escuché cantar mil veces a mi abuela, desde la cocina, con la voz ronca y desafinada:

"era rubia y sus ojos celestes
reflejaban la gloria del día
y cantaba como una calandria
la pulpera de santa lucía."

mi abuelo, como tantos otros, la visitaba cambiándole la letra: "era rubia y le faltaba un ojo...".

yo creo que la magia de esa canción, escrita en 1928, reside, además del ritmo conquistador del vals, en su poder evocador. la historia se instala a mediados del siglo XIX, como varias de blomberg, en los tiempos de rosas y de la mazorca. la parroquia de santa lucía ("era flor de la vieja parroquia ¿quién fue el gaucho que no la quería?") se ubica en el porteño barrio de barracas. algunos estudiosos llegan a precisar la esquina en la que se encontraba la pulpería que atendía la mentada muchacha, caseros y martín garcía, y su nombre, el de la señorita, dionisia miranda.

a mí es esto, como me pasa con algunos poemas de borges, lo que me conquista: imaginar en esos tiempos de terror y muerte, a una mujer rubia y de ojos celestes en medio de los gauchos. imaginar a los "soldados de cuatro cuarteles" suspirando en la pulpería (maravillosa imagen). cierro los ojos y veo la reja que olía a jazmines y escucho la vihuela del payador mazorquero, y veo al payador de lavalle, y a los trompas de rosas (referencia a los soldados-músicos de los ejercitos rosistas) con sus vidalas y cielos. las calles de tierra, la pulpería, los hombres en busca de tragos, las mujeres con sus vestidos generosos pasando por ahí, las carretas y toda esa "barbarie" abigarrada.

pero voy más lejos, pienso en quiénes serían los padres de la pulpera; ¿por qué era rubia y de ojos celestes? ¿qué hacía esa genética en aquel entorno? ¿cómo terminó con el payador de lavalle? ¿qué fue de ella? ¿murió degollada por la sociedad popular restauradora junto al unitario cantor? corsini parece acompañar las dudas:

¿dónde estás con tus ojos celestes
oh pulpera que no fuiste mía?
¡cómo lloran por ti las guitarras,
las guitarras de santa lucía!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

esos ojos ya subrayados por borges en el martín fierro también:

Había un gringuito cautivo
que siempre hablaba del barco
y lo ahugaron en un charco
por causante de la peste,
tenía los ojos celestes
como potrillito zarco

nicolás dijo...

qué bonito lo de "como potrillito zarco".
ese hernández era bueno, no hay con qué darle.