viernes, 11 de abril de 2008

the mars volta: música para matarse y revivir.



la horita que le dedico diariamente al deporte es también el tiempo de escuchar los discos nuevos. sin embargo, hace dos semanas, desde que lo adquirí, que no puedo dejar de escuchar "The bedlam in Goliath" de The Mars Volta. la energía que ponen estos chiquilines en su música hace que el hipotálamo de la orden de segregar varios litros de adrenalina, llevándonos a ese excesivo gasto calórico con su consecuente aceleración de pulsaciones a límites peligrosos para nuestra edad que el vulgo denomina, cuando se refiere al ejercicio, "matarse". "Hoy me maté", se dice. Luego, gracias a la misma música, uno revive.

dice la blogósfera, pero alá sabe más, que en un viaje a Jerusalem Omar Rodríguez-López compró un artefacto arcaico parecido a una ouija como regalo para Cedric Bixler-Zavala. Cada vez que retornaban al bus de la gira que emprendieron con los Red Hot Chili Peppers, usaban este tablero parlante que se convirtió en un tipo de ritual post-show. Bautizado ‘The Soothsayer’, el tablero comenzó a revelar historias, dar nombres y hacer demandas como tres personas diferentes que aparecían en la forma de uno, el cual fue llamado “Goliath”.

luego, mientras la banda grababa el disco inspirado en, o por, el Soothsayer, ocurrieron una serie de hechos "sobrenaturales": Deantoni Parks - su ex-baterista - abandonó la banda en medio de un tour por problemas financieros; Bixler-Zavala tuvo que someterse a una cirugía en el pie por los apretados zapatos que usaba, forzándolo a aprender a caminar de nuevo; tracks de audio surgían y desaparecían esporádicamente; el estudio casero de Rodríguez-Lopez se innundó en medio de malfuncionamientos eléctricos; y el primer ingeniero de sonido sufrió un colapso nervioso, perdiendo todo el trabajo que ya se había hecho.

el proyecto estuvo a punto de naufragar, literal y metafóricamente, pero Rodríguez-López se mantuvo a flote. En el medio de las nuevas sesiones, enterró al Soothsayer en un lugar que nadie conoce y selló el problema incluyendo elementos de Santería y religión Yoruba a sus letras.

es imposible saber cuánto de estos cuentos es verdad y cuánto es marketing. los discos de los mars volta siempre tiene historias extrañas detrás, y, de tener que elegir una, me quedo con el diario perdido de Frances the mute. lo cierto es que, como siempre también, el disco es un derroche increíble de energía constante y tiene una canción por lo menos, Ilyena, que estará seguramente entre lo mejor de este 2008. Amputechture, su anterior disco, me había defraudado un poco, pero este vuelve al mejor nivel de la banda.

hoy de noche tocan en la ciudad de méxico (junto con los Smashing Pumpkins, My mourning jacket y otros grupos) y yo voy a ir solo, pues no conseguí a nadie que me quisiera acompañar. consultado por la experiencia, un amigo catalán que los vio el mes pasado en barcelona comentó: "son la puta ostia tío".

mañana les cuento.

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