viernes, 1 de febrero de 2008

otro acercamiento

mirenló
ahí está
mi amigo muerto
al costado de la ruta
que atraviesa los balnearios, todavía
no han venido a llevarlo
ni las ambulancias
ni la policía
ni otros autos
ahí está, en verdad
creo que no ha muerto pero sí
agoniza
como cualquiera al costado de la ruta, me dirán
agoniza, un poco más que cualquiera en verdad
al costado de unos fierros encendidos
y con los vidrios rotos
por donde él
salió volando

mirenló
es flaco
siempre fue flaco a pesar
de que era el mejor cocinero
tal vez por eso es flaco, comía
sólo lo exquisito porque
sabía que lo exquisito es poco y breve y poco y casi nada
y todos vivimos engañados engordando mucho
con nada y eso él lo sabía hace tiempo
y ahora está ahí y todavía no han venido
a buscarlo
ni las ambulancias ni la policía pasan otros autos
muchos autos por la ruta nueve
que va entre los balnearios, es domingo
por la tarde y la gente
vuelve a Montevideo queriendo llegar
y mi amigo ahí está y ni siquiera
hay un minuto de silencio
en el pasto

cuando el primer amigo muere uno crece
acercándose a lo desconocido
que es la propia muerte, esto
puede pasar antes o después en la vida, eso
es cuestión de suerte pero cuando pasa
uno crece acercándose
hacia lo desconocido

yo he pasado muchas veces por esos campos verdes
o amarillos
llanos y silenciosos y helados en invierno
conozco ese lugar perfectamente y lo veo
tendido sobre la planicie terrestre, me agacho
le toco el hombro en los huesos
en la boca tiene hierbas y el sabor de lo exquisito
que él conocía tan bien
como nadie
y a mi lado pasan los autos y los ómnibus
y los camiones que van a Montevideo cargados
o vacíos
yo estoy agachado al lado
de un hombre que agoniza en silencio, hace calor
es verano

salió de su casa como el hijo pródigo
pero no regresó como él
siguió prodigando su fortuna
que también era pródiga y nunca se acababa
dando y dando y regalando
su fortuna, que nunca se acababa
no era lo que todos entendemos por riqueza
sino una sensación que nos deja llenos
y con ganas de más
poco tiempo antes había muerto
su padre de quien él
era digno hijo y todos
quisiéramos creer
que como el hijo pródigo
volvió a casa y su padre
lo recibió con un abrazo
y tomó el ternero cebado y lo mató
y todavía están celebrando
el banquete


mirenló
ahí está
mi amigo muerto
al costado de la ruta,
que atraviesa los balnearios, todavía
no han venido a llevarlo
creo que se ha dormido sobre el pasto

1 comentario:

Anónimo dijo...

es impresionante, y cierto todo lo que escribiste, es muy triste pero tambien es un homenaje que EL se merece