domingo, 8 de agosto de 2010

Este no es un blog de ciclismo.

Vaya para demostrarlo este poema de 1859 escrito por Emily Dickinson.

"¡Nuestras vidas son suizas-
tan tranquilas -tan frescas-
hasta que una extraña tarde
los Alpes descuidan sus cortinas
y vemos más lejos!
¡Italia está del otro lado!
¡Mientras tanto, como un guardia entre ellos-
los solemnes Alpes-
los Alpes sirenas
para siempre se interponen!"



(Pregunta: ¿qué porcentaje tendrán las rampas de los Alpes que describe la poetiza?)

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