sábado, 12 de junio de 2010

Los engranajes que impulsan las ruedas de la victoria no están bien engrasados.

Si hubiera tenido esta bici cuando hacía triatlón en Uruguay, hubiese ido a rueda de los Nantes sin ningún tipo de problemas (eso sí, habría necesitado un motor igual para el agua y otro para el pedestrismo).

Dios mío, lo que le faltaba al ciclismo.

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