jueves, 12 de noviembre de 2009

en tiempos de crisis: elogios al dinero.

Me sé de memoria buena parte de la célebre letrilla que Francisco de Quevedo dedicó al poderoso caballero Don Dinero, no porque la haya leído la cantidad enorme de veces que me cuesta memorizar algo, sino porque soy hijo de unos padres que escuchaban con asiduidad (y por fortuna) al cantante valenciano Paco Ibañez, ese gran divulgador de la poesía hispana. Por eso, por mi poderoso recuerdo del aquel caballero, me sorprendió muchísimo encontrarme con estos versos de un poeta catalán, Anselm Turmeda, perteneciente a la orden de los franciscanos, nacido en Mallorca a mediados del siglo XIV y fallecido (luego de convertirse en musulman y pasar a llamarse Abd Allah) en Túnez en 1423, un siglo y medio antes de que el autor de "La vida del Buscón" viera la luz en Madrid.

El parecido entre las obras es sorprendente, la actualidad que tienen está fuera de discusión. El mundo no ha cambiado tanto desde la edad media.

Elogi dels diners

Diners de tort fan veritat,
e de jutge fan advocat,
savi fan tornar l'hom orat,
pus que d'ells haja.

Diners fan bé, diners fan mal,
diners fan l'home infernal
e fan-lo sant celestial
segons que els usa.

Diners fan bregues e remors,
e vituperis e honors,
e fan cantar preïcadors
Beati quorum.

Diners alegren los infants
e fan cantar los capellans
e los frares carmelitans
a les grans festes.

Diners magres fan tornar gords,
e tornen ledesmes los bords,
si diràs "jas" a hòmens sords
tantost se giren

Diners tornen los malalts sans,
moros, jueus e crestians
leixant a Déu e tots los sants
diners adoren.

Diners fan vui al món lo joc
e fan honor a molt badoc,
a qui diu "no" fan-li dir "hoc",
vejats miracle!

Diners, doncs, vulles aplegar,
si·ls pots haver no·ls leixs anar;
si molts n'hauràs poràs tornar
Papa de Roma.



(Elogio al dinero

El dinero hace verdad lo equivocado
y del juez hace abogado
al necio vuelve hombre sabio
bastará con que los tenga.

El dinero hace el bien y hace el mal,
el dinero hace al hombre infernal
y lo hace santo celestial
según el uso que le da.

El dinero hace bregas y rencores
y vituperios y honores
y cantar hace a los predicadores
beati quorum.

El dinero alegra a los infantes
y hace cantar a capellanes
y a los frailes carmelitas
en las grandes fiestas

El dinero a los flacos vuelve gordos
y vuelve legítimos los bastardos
si le dices "toma" a hombres sordos,
en seguida se giran.

El dinero vuelve a los enfermos sanos
moros, judíos y cristianos
dejando a dios y todos los santos
al dinero adoran.

El dinero hace hoy del mundo su juego
y hace honor a mucho tonto
al que dice "no" le hace decir "si"
¡Ved qué milagro!

Dinero entonces querrás juntar
si lo consigues no lo dejes marchar
si tienes mucho te podrás volver
papa de Roma.)

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