Bueno, este año, en mis quinielas del Nobel de literatura, que se anunciará mañana, voy a darle mala suerte a mi estimado E.L. Doctorow (quien sólo por su cuento Vidas de los Poetas se merece algo más que ese premio tan cuantioso como denostado).
Pienso, como el año pasado, que no estaría mal que se lo dieran a su compatriota Roth; aunque es otro compatriota, Cormac McCarthy, quien lidera en las apuestas.
Claro que, como casi todos los años, ganará alguien inesperado, tal vez un africano, pienso yo.
Ya sé, es una tontería, pero como todo.
(Eso sí, me gustaría que no se lo den a ese escritor de plástico llamado Carlos Fuentes)
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