en la contemplación de unos pinos
que están frente a mi oficina, me gasto
varias horas de este día. detrás
de las coníferas vienen las montañas
hoy grises y la ciudad, enorme siempre
después de la primera fila
de montañas hay volcanes
y más allá, a cientos
de kilometros alguien
mira las olas del océano
pacífico, se moja las manos.
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