no le temo a la muerte desde hoy
lo he decidido mientras miraba el cielo
gris y un árbol que nunca se ha movido.
nicolás alberte camina hacia el final
como un guerrero ninja. aunque quizás
no debiera ser tan presuntuoso y referir
más bien y como ejemplo
la imagen del titanic, navegar
navegar hasta chocar con algo grande, oculto
y desconocido. hundirme
para siempre arrastrando
tras de mí muchísima agua
toda el agua fría de mi existencia y bajo ella
dejar de respirar
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