La
casualidad y la siempre atenta lectura de librillos discográficos han querido que
notase una circunstancia que no debiera pasar desapercibida para nadie: en
menos de quince días del año 1961, Jimmy Garrison fue el contrabajista de dos
obras maestras de la música en sesiones para saxofonistas supremos: John
Coltrane (3 de noviembre) y Benny Carter con Coleman Hawkins (15 de noviembre), una
en vivo y otra de estudio, ambas registradas por el famoso ingeniero Rudy Van
Gelder y producidas por Bob Thiele para Impulse. Cualquiera que las
escuche, no podría aconsejar más encarecidamente que el lector lo haga, quedará sorprendido por la
versatilidad y solidez de un músico, a la sazón de 27 años, que se mueve con
igual solvencia en un escenario con la banda que estaba cambiando la historia
del jazz, que en un estudio junto a viejas glorias. ¡Eso es clase, kid!
3 de noviembre toca Coltrane: “Live at the Village Vanguard".
Es la primera grabación que junta al cuarteto clásico de Coltrane: McCoy Tyner, Jimmy Garrison y Elvin Jones. En realidad, se trata de un disco bisagra porque en la primera parte (el lado 1 en aquella época), en un concierto del día 2 de noviembre, el contrabajista es Reggie Workman, pero en la segunda, en recital del 3 de noviembre, ya es Jimmy Garrison. Coltrane debe haberlo escuchado en los discos de Ornette Coleman, y Elvin Jones (compañero en la banda del saxofonista texano) lo habrá recomendado ampliamente: por eso Garrison está ahí, y por eso, también, estará por siempre asociado a las grabaciones más revolucionarias de los sesentas.
Los
amantes de la música quizás recuerden ese famoso blues, a trío, que es Chasin’the trane. Un tema al cual, según leí, fue el ingeniero Van Gelder que le puso el título: se volvió loco para poder captar a Coltrane, que
no paraba de moverse por el escenario mientras soleaba ("cazando al trane", juego de palabras trane-tren que se ha usado mucho con este músico). Al final de este post, se
puede escuchar parte de esa grabación que, en el disco, se prolonga por más de
16 minutos de intenso saxo tenor. Lo que hacen Jimmy Garrison y Elvin
Jones por debajo es magistral. No se puede decir más.
15 de noviembre toca Benny Carter:
“Further definitions”
Como todo el mundo sabe, durante los años treinta Benny Carter y Coleman Hawkins pasaron una temporada en París, disfrutando del fanatismo de los franceses por el jazz. En abril de 1937 realizaron unas grabaciones con los héroes locales Django Reinhardt y Stéphane Grappelli que, con el tiempo, se fueron convirtiendo en míticas. En 1961, Bob Thiele buscó recrear algo de aquella mística en Manhattan y terminó produciendo el disco más reconocido en la trayectoria de uno se los saxos altos de mayor renombre. Un disco tan hermoso como la fama que lo precede.
En
el estudio de Rudy Van Gelder estaban aquel día las grandes leyendas Benny
Carter y Coleman Hawkins (uno de los héroes de Coltrane, por cierto), o
estrellas nacientes como Phil Woods y Charlie Rouse. Se grabaron
clásicos como Honeysuckle Rose, Crazy rythm, Cotton Tail y, por supuesto, Hawkins se lució en SU tema Body & Soul. Y Jimmy Garrison
realizó un trabajo impecable, esta vez al lado de otro Jones en batería: el
grandísimo Jo Jones, Papa Jo (no confundir con “Philly” Jo Jones, el baterista de Miles Davis en los cincuenta). De hecho, en Crazy rythm, según mi humilde juicio, el contrabajista
asalta a la banda y la roba, es brutal. No se puede decir más. (No
he conseguido en youtube nada de ese día, prometo subir algo para que se pueda apreciar la diferencia, pero, si a
alguien le interesa, le podría hacer llegar el disco, claro.)
Ante este legendario panorama, a mí se me dio por imaginar una conversación de Jimmy
Garrison con un amigo durante aquel invierno neoyorquino del 61.
-
Oye, Jim, nos vemos esta
semana sin falta para tomar algo, tengo que contarte una cosa.
-
No puedo, toco
con Coltrane en el Village.
-
Ok, lo dejamos
para la semana que viene.
-
Déjame ver, no,
tampoco, grabo con Coleman Hawkins y Benny Carter.
Así
de agitada debe ser la vida de los dioses.