Tengo la sensación de que no leo lo que leo.
Hago todo demasiado apurado, como la mayoría, creo.
Olvido las cosas, se me resbalan las palabras.
Paso de un texto a otro y se mezclan los significados.
Queda un aroma es cierto, pero debería quedar más.
A partir de ahora y cuando pueda, los textos que lea y me gusten, los reproduciré primero en papel, manuscritos, y después aquí. Un poco siguiendo el ejemplo de Levrero en "El discurso vacío".
Será como una bitácora.
A ver si aprendo algo.
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