sábado, 30 de julio de 2011

Clásica que corre, clásica que gana.

¡Qué año el 2011 para Philippe Gilbert! Entre otras cosas ha ganado una etapa de la Tirreno-Adriático, la Flecha Brabanzona, la Amstel Gold Race, la Flecha Valona, Lieja-Bastoña-Lieja, la Vuelta a Bélgica, una etapa del Tour (y atención, venía de ganar, en la segunda mitad del 2010: 2 etapas de la vuelta a España, el Giro del Piemonte y el Giro de Lombardía). Recién lo acabo de ver ganar, con autoridad, la Clásica de San Sebastián .

Hace un rato, a falta de 7 kilómetros para meta, Carlos Barredo se escapó del grupo de los líderes (en el que estaban, entre otros, Samuel Sánchez, Frank Schleck, Van Avermaet y Devolder) y llegó a abrir unos 15 segundos. Pero Jelle Vanendert, compañero de equipo de Gilbert, tiró del grupo hasta cazar al español del Rabobank. Después, lo previsible, a 3 de meta, más o menos, atacó Gilbert y se fue solo para llevarse el trofeo. Segundo entró Barredo y tercero Van Avermaet.

Este año, a Gilbert sólo le falta ganar el mundial.

viernes, 29 de julio de 2011

Una muestrita.


Me encanta Lenny White contando cómo conoció a Stanley Clarke.

El disco de hoy: "Jazz in the garden" de Stanley Clarke Trio.

Alabado sea Stanley Clarke. Bajista de tanto talento que muchas veces lo malgasta.

¿Se acuerdan de School days? ¡Aquello era lo más! Yo tuve el vinilo en alguna época, es del 76, ¡el mismo año que el "Romantic Warrior" de Return to Forever! Cuánto te han robado, Stanley.

Bueno, después de aquellas obras maestras, Stanley abusó, para mi gusto, de su virtuosismo en reiteradas ocasiones, hasta llegar a aburrir un poquillo, como le ha pasado a tanta gente tan buena (incluyendo a Chick Corea). Pero atención, hablando de Return to Forever, Stanley Clarke se volvió a juntar con Lenny White y llamaron a esa pianista sorprendente que es Hiromi para grabar un disco que no es que sea nuevo (es del 2009), pero yo recién lo empecé a escuchar y es genial.

Decir que Stanley en el contrabajo es mejor que en el bajo eléctrico es una osadía imprudente para con alguien que, se supone, es el Jaco Pastorius del bajo con trastes. Pero la voy a cometer: me gusta más Stanley en el contrabajo que en el bajo eléctrico. Después, Lenny White, bueno, es Lenny White. A quien yo menos conocía de este trío era a la japonesa que es muy, pero muy, buena.

¿Que cuál es el mejor track? Yo qué sé, son todos buenos: el primero, "Paradigm Shift", un homenaje a Obama que supongo que habrá pasado un poco de moda visto lo visto (no por la música sino por el homenajeado), me encanta. Después la canción tradicional japonesa "Sakura sakura" es hermosa. Pero, quizá porque soy una persona anticuada, me quedaré con la versión de "Take the Coltrane" (Clarke y White solos en un duelo 5 estrellas, no, 6 estrellas), "Someday my prince will come" y, participando de esa moda de grabar canciones rockeras de los noventa, el último tema del disco "Under the bridge" (sí, aquella de los Peppers), con un arreglo de Hiromi precioso.

Bah, todos buenos. Un disco para escucharlo, escucharlo y volverlo a escuchar (yo estoy con él hace una semana, que no paro).

jueves, 28 de julio de 2011

Parece que la Fifa recapacitó.

Después de la Copa América, Uruguay está 5º en el ranking de selecciones y, aunque no se entiende por qué Brasil apece en un puesto mejor (es decir: ¿qué ganó Brasil en el último año o año y medio que no haya ganado Uruguay?), se hace un poco de justicia a los resultados de los últimos tiempos.

martes, 26 de julio de 2011

lunes, 25 de julio de 2011

Justicia.


¿Cómo es posible que una selección que termina en la cuarta posición de un mundial esté, inmediatamente, en el puesto 18 del ranking de la Fifa? ¿Cómo puede ser que entre los candidatos para ganar la copa América estuvieran Argentina, Brasil (lógicos, claro) o Chile, pero no el equipo que mejor papel hizo en la Copa del mundo (y que participa practicamente con los mismos jugadores)? ¿Qué tiene que hacer un pequeño país que no puede vender 20 millones de camisetas para que lo tengan en cuenta en el Disneyfútbol?

Si yo no fuera uruguayo, igual me gustaría muchísimo cómo gana este equipo. Es el triunfo de la rebeldía, del colectivo por sobre el individuo, de la entrega por un fin común. Ayer le pasó por encima a un equipo que, atención, con suerte o sin ella, casi le gana a España en el mundial y eliminó a Brasil de esta copa. La actitud con la que salieron ayer los celestes fue la de un equipo grande, enorme, sin especular, jugándose todo desde el primer minuto. Recién en el segundo tiempo pudo Paraguay intentar hacer algo, antes sólo logró, y apenas, defenderse de los ataques uruguayos.

Bravo, bravo, bravo. He visto ganar a Uruguay muchas veces (muchas menos de las que me hubiese gustado, claro), pero nunca lo había visto ganar con esta autoridad: no muchas finales se saldan con un 3 a 0. Se hizo justicia.